Por ello que Páez le pidió participar en la acción, pues conocía toda la fortificación.
[7] El brigadier Calzada y su Estado Mayor se refugiaron en la iglesia del Rosario hasta las 06:00 horas de ese día, cuando fueron entregados por los dos sacerdotes que los protegían.
[8] Basados en los datos aportados por Páez,[9] durante el asalto nocturno murieron 10 patriotas y otros 35 resultaron heridos.
[10] Con la capitulación, los republicanos capturaron 56 oficiales, 539 soldados,[11] 620 fusiles, 60 cañones,[10] 6 lanchas cañoneras y 3.000 quintales de pólvora;[9] además, la corbeta Bailén fue incendiada.
[8] Poco después varios soldados y vecinos realistas reciben permiso para embarcarse a Cuba.