Juan Terés y Borrull

[8]​ Nació en Verdú en una familia cristiana y humilde el año 1538.[n.

[9]​ De adolescente vivió un tiempo en Reus (Tarragona), dónde estudió gramática subviniendo los estudios con las limosnas que conseguía.

Más tarde, fue enviado a estudiar Filosofía y Teología al primer colegio que la Compañía de Jesús tuvo en España,[11]​ el de San Pablo en Valencia,[1]​ ciudad en la que se doctoró.

[17]​ Súmulas, Cuestiones y Filosofía, tanto en su orientación realista como en la nominalista formaban el trienio de Artes en la Facultad del mismo nombre.

[18]​ Los profesores, habitualmente, enseñaban trienios completos empezando por Súmulas en cualquiera de sus modalidades.

Terminado un ciclo nominalista o realista, comenzaban el siguiente por la modalidad que no hubieran leído previamente.

Habitualmente, el conjunt sustituía al examinador cuando se producía la muerte o la renuncia de este.

[23]​ Dicho lo cual, no resulta descabellado que la persona elegida para sustituir a Pedro Monzó fuera alguien con la misma cualificación académica exigible para poder ser elegido rector y que, a la vez, reuniera en su persona la ventaja de ser antiguo alumno del Colegio jesuita de San Pablo, aunque no hubiera profesado en la orden.

Respecto a su legado intelectual, cabe destacar que fue maestro del famoso metafísico Diego Mas, quien le dedicó dos de sus obras:[24]​ Volvió a Tarragona y obtuvo un beneficio en la sede catedralicia que le permitió vivir sin problemas económicos.

Ese mismo año, el cardenal Cervantes le propuso como su obispo auxiliar, a lo que accedió el papa, nombrándole obispo de la entonces inexistente diócesis de Marruecos.

En el sínodo, se llegó a concretar que los decanos o vicarios foráneos y el procurador fiscal de la curia diocesana tenían que estar ordenados in sacris y graduados en Derecho canónico o civil.

Los conflictos con el Tribunal del Breve Apostólico ocuparon la atención de los padres conciliares.

[26]​ En 1590 consagró a Gaspar Punter i Barreda como obispo de Tortosa.

El texto exigía que en Cataluña, todos los predicadores predicaran en catalán y en ninguna otra lengua, con excepción de estar en presencia de los reyes, virreyes y príncipes.

Cinco capítulos y dos monasterios se opusieron a esta constitución, dejando la disconformidad muy por debajo de un tercio del total de los votantes, y siendo finalmente aprobada por mayoría.

[32]​ Terés no quedó satisfecho y decidió presentar una solución pacificadora que abarcara las voluntades de todos para conseguir un acuerdo más pleno.

Fue en este momento cuando los solsoneses se dirigieron al rey Felipe II para crear una nueva diócesis con la población de Solsona como sede episcopal, aplicando los ingresos y el monasterio como residencia.

Durante el viaje, la expedición fue asaltada por tres galeras de piratas musulmanes.

No asistió ningún obispo personalmente y los padres presentes fueron veinticuatro.

[32]​ En 1602, los bandoleros Pedro Voltor y Miguel Català mataron a tiros de pedreñal al comisario real Epifanio Olives y Terés, sobrino del arzobispo, en el patio del Castillo de Valls.

Esto hizo que las relaciones entre las autoridades de Valls y Terés fueran tensas.

[26]​ En 1599 se celebró una sesión de las Cortes Catalanas en la que estuvo presente Felipe III.

Entre ellos, el derecho del virrey a hacer proclamas y la prohibición de que los nobles y sus sirvientes llevaran pedreñales, motivada por la intención de acabar con el bandolerismo en Cataluña.

[47]​ En 1603, Terés prohibió la fabricación de pedreñales a los herreros y mecánicos.

[49]​ El virrey, sin ambiciones políticas e impaciente por reintegrarse a su tarea eclesiástica, presentó su dimisión.

[51]​ Su albacea testamentario, más propiamente su marmessor,[52]​ que es como se denomina este oficio sucesorio en Derecho civil catalán, fue su sobrino Antonio Clarassó y Terés.

[54]​ La Calle del Arzobispo Terés de Verdú (Lérida) está dedicada a él.

Otros familiares directamente emparentados con Juan Terés han poseído cargos importantes dentro del mundo eclesiástico y nobiliario, principalmente gracias a su influencia.

Al no tener descendencia, se considera su linaje a través de sus cuatro hermanas.

La capilla de San Fructuoso de la Catedral de Tarragona fue ordenada construir por el arzobispo Terés y diseñada por el arquitecto Pedro Blay .
El virrey Terés publicó en el año 1603 las Constituciones de las Cortes Catalanas celebradas en Barcelona en 1599.