Se identifica como nyerro a un miembro de una facción político-civil-militar catalana surgida en el siglo XVI, formada por bandoleros y campesinos de clase media, que representaba a la mitad de la clase noble de la época, que defendía los intereses y territorios de los señores feudales y que estaba en continua confrontación con los cadells, que eran otra facción que defendía a una parte de los nobles y a las clases urbanas.
John Elliott en La Revolta catalana (1966)[1], señala que el origen del término está en que su preboste Tomás de Banyuls era señor de Nyer.
Portaban en sus vestimentas una insignia con la figura de un lechón.
Portaban sombrero rojo y una larguísima capa.
Solían asaltar carruajes que transportaban impuestos del estado, y a séquitos de nobles favorables a la monarquía hispánica.