Fructuoso de Tarragona

Ejerciendo el cargo de obispo, fue martirizado junto con los diáconos Eulogio y Augurio.Murió quemado vivo en el anfiteatro de Tarraco, durante la persecución decretada por los emperadores romanos Valeriano y Galieno contra los cristianos.[2]​ También hay testimonio epigráfico, en una lápida hallada en 1895 por una misión arqueológica francesa.[3]​ San Agustín sentía gran admiración por estos tres mártires hispanos, y escribió uno de sus sermones para la misa de su festividad.El año 2008-2009, con motivo del 1750 aniversario de su muerte, se celebró un año jubilar para la archidiócesis de Tarragona por mandato del papa Benedicto XVI.