Gustav Holst

Es principalmente conocido por su suite orquestal Los planetas, pues aunque compuso muchas otras obras en una variedad de géneros, ninguna logró un éxito comparable.

Incapaz de mantenerse a sí mismo con sus composiciones, tocó el trombón profesionalmente, y luego se convirtió en profesor, uno excelente, según su colega Ralph Vaughan Williams.

Sin embargo, fue una influencia importante en varios compositores ingleses más jóvenes, incluidos Edmund Rubbra, Michael Tippett y Benjamin Britten.

[25]​ El programa del evento da su nombre como «Gustav» en lugar de «Gustavus»; se le llamaba por la versión más corta desde sus primeros años.

[25]​ En 1892, Holst escribió la música para una opereta al estilo de Gilbert y Sullivan, Lansdown Castle o The Sorcerer of Tewkesbury.

[28]​ Holst fue aceptado como estudiante sin beca y Adolph pidió prestadas cien libras esterlinas para cubrir los gastos del primer año.

[32]​ En 1895, poco después de celebrar su vigesimoprimer cumpleaños, Holst conoció a Ralph Vaughan Williams, quien se convirtió en un amigo para toda la vida y tuvo más influencia en su música que cualquier otra persona.

[38]​ Stanford enfatizó la necesidad de que sus estudiantes fueran autocríticos, pero Holst y Vaughan Williams se convirtieron en los principales críticos del otro; cada uno tocaría su última composición para el otro mientras aún trabajaba en ella.

Aunque más competente que virtuoso, se ganó los elogios del director de orquesta Hans Richter, para quien tocó en Covent Garden.

[49]​[23]​ Su salario era apenas suficiente para vivir[50]​ y lo complementó tocando en una orquesta popular llamada White Viennese Band, dirigida por Stanislas Wurm.

[76]​ Tras este éxito, Holst se vio defraudado al año siguiente por la tibia recepción de su obra coral The Cloud Messenger.

Durante los seis años anteriores habían vivido en una bonita casa con vistas al Támesis en Barnes, pero el aire del río, frecuentemente brumoso, le afectaba la respiración.

[82]​ En Thaxted, se hizo amigo del reverendo Conrad Noel, conocido como el «Vicario rojo», que apoyaba al Partido Laborista Independiente y defendía muchas causas impopulares entre la opinión conservadora.

[93]​ En ese momento no atrajo la atención de los principales periódicos, aunque cuando se presentó profesionalmente cinco años después, fue recibida como «una pequeña obra maestra perfecta».

[94]​ En 1917 escribió The Hymn of Jesus para coro y orquesta, obra que permaneció inédita hasta después de la guerra.

[104]​ The Times lo llamó «sin duda la obra coral más sorprendentemente original que se ha producido en este país durante muchos años».

[107]​ La pieza, con Maggie Teyte en el papel principal de soprano y Eugene Aynsley Goossens dirigiendo, fue recibida con entusiasmo en su estreno en la Royal Opera House.

La tensión causada por estas demandas sobre él fue demasiado grande; por orden del médico, canceló todos los compromisos profesionales durante 1924 y se retiró a Thaxted.

Para entonces, el breve entusiasmo del público por todo lo relacionado con Holst se estaba desvaneciendo[111]​ y la pieza no fue bien recibida en Nueva York.

[116]​ Holst escribió una partitura para una película británica, The Bells (1931), y le divirtió ser reclutado como extra en una escena de multitud.

[63]​ Dickinson describe estos escenarios védicos como pictóricos más que religiosos; aunque la calidad es variable, los textos sagrados claramente «tocaron resortes vitales en la imaginación del compositor».

[4]​[149]​ Comenzó a componer Los planetas en 1914; los movimientos no aparecieron del todo en su secuencia final; «Marte» fue el que primero escribió, seguido de «Venus» y «Júpiter».

[131]​[152]​ «Mercurio» está dominado por métricas irregulares y rápidos cambios de tema, para representar el veloz vuelo del mensajero alado.

[4]​ Warrack se refiere a su tranquilidad distante;[12]​ Imogen Holst creía que la obra expresaba la actitud privada de su padre hacia la muerte.

[157]​ La pieza rara vez se ha interpretado desde su estreno en 1922, aunque el compositor Ernest Walker pensaba que era la mejor obra de Holst hasta esa fecha.

Imogen se refiere a la música como «Holst en su mejor momento en un estado de ánimo scherzando (juguetón)»;[125]​ Vaughan Williams comentó sobre los ritmos alegres y folclóricos: «¿Crees que hay demasiado 68 en la ópera?».

[172]​ Short observa que el motivo de apertura hace varias reapariciones sin identificarse con un personaje en particular, pero impone unidad musical a la obra.

Para Columbia Graphophone Company grabó Beni Mora, Marching Song y Los planetas completos con la Orquesta Sinfónica de Londres en 1922, utilizando el proceso acústico.

[12]​ Holst no fundó ni dirigió una escuela de composición; sin embargo, ejerció influencias tanto sobre sus contemporáneos como sobre sus sucesores.

Según Short, Vaughan Williams lo describió como «la mayor influencia en mi música»,[187]​ aunque Matthews afirma que cada uno influyó al otro por igual.

Árbol genealógico simplificado de Holst.
Casa natal de Holst en 4 Clarence Road de Cheltenham , convertida en museo.
La casa en Barnes donde vivió Holst entre 1908 y 1913. En la fachada hay una placa azul conmemorativa.
The Manse en Thaxted , donde Holst vivió de 1917 a 1925.
Inscripción de Holst en la copia de la partitura de Boult : «Esta copia es propiedad de Adrian Boult, quien primero hizo que Los planetas brillaran en público y, por lo tanto, ganó la gratitud de Gustav Holst». [ 91 ]
Portada de la edición de 1921 de Los planetas .
Holst y Vaughan Williams paseando en Malvern Hills en 1921.
Imogen Holst , única hija del compositor, en 1921.
Holst memorial en la Catedral de Chichester .
Estatua de la fuente Gustav Holst en Cheltenham.