En 1892, Debussy compone los esbozos de una obra titulada “Tres escenas al crepúsculo”, que luego abandona por un tiempo, para retomarla nuevamente y convertirla en “Tres nocturnos para violín principal y orquesta” dedicada al violinista Ysaye.
Sin embargo, posteriormente vuelve a modificarla dándole su forma definitiva como un “Tríptico sinfónico para orquesta y coro femenino”.
“Fetes” (fiestas) ofrece una atmósfera vibrante, con repentinos fogonazos de luz.
Tiene lugar también un episodio en que una procesión, una visión fantástica, se entremezcla con esa escena festiva.
Pero el trasfondo se mantiene persistentemente: el festival, con su mezcla de música y polvo luminoso, participando del ritmo cósmico.