Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Actualmente cuenta con varias facultades foráneas en Apatzingán, Uruapan, Ciudad Hidalgo y Tangancícuaro de Arista.

Por su reconocida calidad educativa y su larga trayectoria educando a generaciones de alumnos, se consolida al día de hoy como un destacado referente académico a nivel nacional e internacional.

La nueva sede catedralicia representó un gran avance para el fortalecimiento del obispado de Michoacán.

No obstante, durante ese tiempo el Colegio de San Nicolás mantuvo con regularidad sus actividades, sin incorporar cambios trascendentales en sus aulas, donde se enseñaba lo indispensable para atender los servicios religiosos de los españoles y evangelizar a los indígenas.

Preocupada como estaba la sociedad vallisoletana en consolidarse, poco se interesaba en que sus instituciones instruccionales alcanzaran el desarrollo de las europeas.

Todo parecía indicar que en el mundo intelectual novohispano se lanzaba a una carrera ascendente.

Sin embargo, las consecuencias del movimiento de independencia, acaudillado por un selecto grupo de maestros y alumnos nicolaitas, entre los cuales destacan Miguel Hidalgo y Costilla, José María Morelos, José Sixto Verduzco, José María Izazaga e Ignacio López Rayón, propiciaron que el gobierno virreinal decidiera clausurarlo.

[3]​ Una vez consumada la independencia mexicana, la preocupación principal del nuevo gobierno se centró en la reorganización nacional con base en un nuevo proyecto en el cual, por primera vez en este suelo, dentro de los rubros prioritarios, se consideraba a la instrucción pública.

[3]​ En la segunda mitad del siglo XIX, en las aulas nicolaitas irrumpieron la química, la física, la cosmografía, las matemáticas y la biología.

Laboratorios y bibliotecas se enriquecieron con importantes adquisiciones realizadas por el gobierno michoacano en países europeos, a la vez que su patrimonio se incrementaba mediante donaciones que le confería el ejecutivo estatal provenientes de los bienes secularizados a los templos y conventos michoacanos.

Para remediar esta anormalidad, el general Múgica modificó la Ley Constitutiva y nombró nuevas autoridades.

La de medicina fue la más favorecida, al incorporar el nuevo rector, a su planta docente, una pléyade de médicos michoacanos: sus compañeros Salvador González Herrejón, Adolfo Arreguín Vidales y Manuel Martínez Báez, además del propio Ignacio Chávez, quienes impulsaron un giro trascendental a la docencia médica en Michoacán.

Anualmente, a los alumnos con mejor promedio, la universidad otorga el Premio Padre de la Patria.

[5]​ Rodolfo Jiménez Ávalos, aproximadamente en 1970, realizó la descripción del escudo en una visita a Quiroga, enfatizando que es menester considerar que no son clavas en sí las figuras del tercer cuartel; estas figuras representan la estructura de una armónica.

[5]​ Es necesario destacar que, si bien el doctor Chávez hace esta somera descripción del escudo, nada dice con respecto a los colores, que, según se ha mencionado, fueron rojo, verde, blanco y dorado.

Juramento nicolaita.
Biblioteca Pública. UMSNH.
Escudo familiar de Don Vasco de Quiroga