[4] El primero de la clase fue el USS Nimitz (CVN-68), indicando el número 68 que se trata del portaaviones número sexagésimo octavo, cuya construcción, botadura y puesta en servicio fue aprobada por el congreso de los Estados Unidos.
La propulsión naval nuclear no se consideró como una prioridad para portaaviones, era más útil para submarinos.
Así el año fiscal 1958 se aprobó el primer portaviones nuclear, el USS Enterprise, dotado de 8 reactores.
En 1964 cuando comenzaron los primeros estudios de un portaaviones nuclear más económico que el USS Enterprise.
Esta adición ha estado presente en los portaaviones estadounidenses desde la Segunda Guerra Mundial, basados en las experiencias surgidas por los incendios provocados por los ataques de kamikazes.
Durante la administración anterior del presidente Gerald Ford también se había sugerido que portaaviones más pequeños podrían ser la solución al alto costo y se habían realizado varios estudios, pero ninguno llegó a buen término.
Finalmente la Armada logró que el congreso se aprobará la construcción de más portaviones clase Nimitz.
[Nota 1][7] Todos los buques de la clase son propulsados por dos reactores nucleares A4W, separados en dos compartimientos.
[3] Los reactores producen calor usando fisión nuclear para generar vapor de agua.
Luego esta es llevada a través de cuatro turbinas (fabricadas por General Electric), las cuales son compartidas entre los dos reactores.
Este sistema será instalado en las otras naves de la clase cuando ingresen a Reabastecimiento y Reacondicionamiento (en inglés: Refueling Complex Overhaul, RCOH).
[3][15] Desde el USS Theodore Roosevelt, los portaaviones han sido construidos con un blindaje de Kevlar de 2,5 plg (63,5 mm) para proteger los espacios vitales, y los portaaviones anteriores han sido modificados con esta protección: el Nimitz entre 1983–1984, el Eisenhower entre 1985–1987 y el Vinson en 1989.
En esa ocasión, el comandante del Grupo de Ataque el contraalmirante John Terence Blake declaró: "La política de Estados Unidos es que no se despliegan rutinariamente armas nucleares a bordo del Nimitz.
"[25][26] Para que un portaaviones sea desplegado en operaciones, debe tener a bordo una de las diez Alas Aéreas Embarcadas existentes (en inglés: Carrier Air Wings, CVW).
[28] La cubierta de vuelo está desviada en nueve grados respecto al eje del buque, esto permite que se puedan lanzar y recuperar aviones en forma simultánea.
Los dos portaaviones más nuevos, el Reagan y el Bush, solo poseen tres cables de detención, ya que el cuarto se consideró innecesario debido al uso poco frecuente en los buques anteriores.
[8] Para mover los aviones entre la cubierta de vuelo y los hangares ubicados bajo esta se utilizan cuatro grandes ascensores.
Estos hangares se pueden dividir por gruesa puertas de acero que están diseñadas para actuar como barreras contra incendios.
Se pueden llevar a cabo otras modificaciones para actualizar el equipamiento de la nave.
[15][32] Inicialmente los buques fueron clasificados solo portaaviones de ataque pero posteriormente han sido construidos con capacidades antisubmarinas desde el USS Carl Vinson.
[56] Los dos despliegues más significativos en que la clase Nimitz se vio involucrada durante la década de 1990 fueron la guerra del Golfo y sus consecuencias, y la Operación Southern Watch en el sur de Irak.
En el año 1996, el George Washington participó en la Operación Decisive Endeavor en Bosnia y Herzegovina.
En julio del año 2001 el Vinson zarpó hacia el Golfo Pérsico con el propósito de apoyar la Operación Southern Watch.
Desde esas fechas todos los buques en servicio activo se vieron involucrados de alguna forma en las operaciones realizadas en Irak y Afganistán.
Este proceso también es donde se lleva a cabo un mejoramiento más grande e importante que reciben las naves durante su servicio y considera una actualización del equipamiento del portaaviones para llevarlo al estándar de los buques más nuevos de la clase.
[14][75] Exámenes posteriores a las personas involucradas dieron positivo por consumo marihuana en algunos de ellos.
[47] También los incendios han causado daños en estos buques; en mayo de 2008, mientras se encontraba en tránsito desde su actual base hasta la Base Naval de Yokosuka en Yokosuka, Japón, el George Washington sufrió un serio incendio que costó US$70 millones en reparaciones e hirió a 37 marineros.
El incendio fue causado por fumar sin autorización en un área adyacente a refrigerante inflamable almacenado inadecuadamente.
Esto se puede comparar con los 53 millones estimados para el mismo proceso que afecta a un portaaviones con motores convencionales.
Se espera que sean construidos 10 de estos nuevos buques, con el primero entrando en servicio en el año 2015 para reemplazar al USS Enterprise.