Qué debe constituir tal fuerza es algo indefinido, pero se asume la exigencia de capacidad para ejercer el control del mar en sentido amplio.Algunos ambientes marítimos son óbices naturales para mantener tal defensa, como el caso del Ártico.Los portaaviones serían desplegados con otros navíos especializados en grupos de batalla, proporcionando la protección contra la subsuperficie, amenazas superficiales y aerotransportadas.A principios de los años 80, en Australia había un amplio debate que llegó al ámbito público para determinar si se debía sustituir su último portaaviones, el HMAS Melbourne.La flota de alta mar es un término que no debería asociarse con la marrón, verde o azul.