Campaña de los U-Boote

Durante el desarrollo de la contienda los intentos alemanes por bloquear Gran Bretaña e Irlanda con sus submarinos fueron en vano, mientras el Imperio Británico sí consiguió mantener un exitoso bloqueo sobre las costas alemanas, contribuyendo de manera decisiva a su derrota militar en 1918.

[3]​ Su objetivo era hundir los buques insignia de la flota del Reino Unido y reducir así la superioridad numérica que la gran flota británica tenía en comparación con la Flota de Alta Mar alemana.La primera salida no tuvo gran repercusión, pues sólo se llevó a cabo un ataque, cuando el SM U-15 lanzó un torpedo contra el HMS Birmingham que ni siquiera acertó al blanco, mientras que dos de los diez submarinos se perdieron.

En ese momento no existía un plan para una ofensiva submarina contra el comercio de los Aliados.

[8]​ El bloqueo fue inusualmente restrictivo ya que incluso los productos alimenticios eran considerados como contrabando de guerra.

El canciller alemán Theobald von Bethmann Hollweg pensó que este bloqueo submarino, basado en disparar sin previo aviso, podría enfadar a Estados Unidos y al resto de países neutrales.

Los alemanes hicieron uso de esta ventaja y con 20 submarinos comenzaron el bloqueo naval.

El barco había sido enviado por los Estados Unidos para llevar alimentos a los belgas, que sufrían un severo riesgo de hambruna.

Cuando Alemania comenzó su campaña submarina contra el Reino Unido, Wilson había advertido de que los EE.

UU. considerarían al gobierno alemán estrictamente responsable de cualquier violación del derecho estadounidense.

William Jennings Bryan consideró la segunda nota de Wilson demasiado provocadora y renunció a protestar.

La marina alemana envió sus primeros submarinos al Mediterráneo en respuesta a la invasión anglo-francesa de los Dardanelos.

Cuando se operaba en el oeste, hasta la línea de Cabo Matapán, los submarinos alemanes navegaban bajo la bandera austrohúngara.

Un hundimiento sin previo aviso hizo que esta política fuera adoptada ya que los grandes buques mercantes podrían ser atacados bajo la sospecha de ser transportes o cruceros auxiliares enemigos.

Esto se tradujo en una escasez de trabajadores para completar los submarinos que operarían en aguas alemanas, pero se vio como un sacrificio necesario gracias a los éxitos en el Mediterráneo en noviembre, cuando 44 barcos fueron hundidos haciendo un total de 155 882 toneladas.

Este fracaso y las diversas restricciones impuestas a los U-Boote en la zona del Atlántico llevaron al fracaso de esta campaña aunque continuó mostrándose eficaz en el Mediterráneo y en otros lugares, donde había menos riesgo de ofender a los neutrales.

Sin embargo John Jellicoe había desarrollado una respuesta táctica al problema (que, en este caso, nunca fue probada).

Sólo dos submarinos fueron capturados en todo el tiempo que estuvieron en funcionamiento; mientras tanto los mercantes sufrieron enormes pérdidas.

Este buque hizo un segundo viaje en otoño de ese mismo año con un gran éxito.

Su hermano, el Bremen, fue menos afortunado pues desapareció en su viaje inaugural siendo la causa de su pérdida aún desconocida.

Cinco submarinos operaban en el Mar de Barents entre Cabo Norte y Kola.

Scheer estaba tan seguro de esta nueva estrategia que aseguró al Káiser:

El canciller Hollweg, que se había opuesto a esta decisión, dijo:

Además, la industria alemana tenía aún capacidad de suministrar otros 120 submarinos para reemplazar a los hundidos.

Durante 1918 no hubo convoyes escoltados por las patrullas aéreas; solo se perdió un barco y los U-boote se vieron obligados cada vez más a operar en la noche o más allá del alcance de las aeronaves.

Como resultado, los alemanes navegaron directamente rumbo a España para hundir el crucero.

Eran buques anclados en Malta que jugaron un papel importante en la escolta de convoyes para protegerlos contra los submarinos enemigos.

Según se informó se trataba de un submarino alemán que estaba a poca profundidad y disparó, entonces el destructor Río Grande do Norte lo disparó y lo hundió, aunque este hundimiento nunca fue confirmado.

Durante el otoño se hizo evidente que las potencias centrales no podían ganar la guerra.

Los aliados estipularon que todos los submarinos en óptimas condiciones de navegación debían ser entregados.

El último papel significativo desempeñado por los submarinos en la Primera Guerra Mundial fue el levantamiento inicial y posterior supresión del motín naval alemán de octubre de 1918, cuando se declaró que se dispararía a cualquier buque o submarino alemán que enarbolara la bandera roja.

Vista del submarino alemán U-14
El capitán Georg Ludwig von Trapp junto a su tripulación en su submarino
Los Escuadrones I y II de la Flota de Alta Mar en el puerto de Kiel durante la Primera Guerra Mundial
Mapa con los límites de la zona de guerra fijada por Alemania en 1915
Tripulación de un sumergible alemán clase UC-1 en cubierta. Introducido en 1915, los sumergibles de esta clase fueron empleados como minadores
El SS Arabic en 1905
Dreadnoughts austrohúngaros en Pola, Imperio Austrohúngaro (actual Croacia ), en 1915
El submarino alemán U-9
El USS Anacapa es un ejemplo de buque-Q, obsérvense sus cañones ocultos de 3"
Imagen de la batalla de Jutlandia, vista del HMS Lion
El U-35, el submarino comandado por el mayor as alemán de la guerra submarina, Lothar von Arnauld de la Perière
Fotografía de 1916 del submarino alemán Deutschland
Nuevas zonas de guerra decretadas por Alemania para su guerra submarina sin restricciones de 1917
Barcos de guerra de la Flota de alta Mar alemana
El submarino australiano AE2 durante la Primera Guerra Mundial
Un convoy aliado cruzando el Atlántico fotografiado el 1 de noviembre de 1918 desde el USS Rambler
Vista del HMS Britannia tras haber sido torpedeado el 9 de noviembre de 1918
El acorazado alemán SMS Bayern se hunde en la base británica de Scapa Flow tras haber sido echado a pique por su propia tripulación tras la rendición alemana y el internamiento de su flota ( ver hundimiento de la flota alemana en Scapa Flow )
Marineros alemanes sublevados desfilando en 1918 durante el levantamiento en Kiel