[1] En 1882 Pohl tomó el mando del navío armado con un torpedo de pértiga Ulan, un temprano y experimental buque torpedero.
[5] En 1913 se le concedieron importantes honores: en enero ascendió a vicealmirante, en abril fue nombrado Jefe del Almirantazgo —un cargo en el que estaría los dos años siguientes— y ese mismo año fue elevado a la nobleza.
Mantuvieron varios encuentros con el káiser,[7] hasta que este finalmente dio total libertad y respaldo a Austria-Hungría en su intervención militar en los Balcanes, una decisión que acabó provocando el estallido de la Primera Guerra Mundial a fines de ese mes.
[8] Cuando estalló el conflicto bélico, Pohl, Georg von Müller —Jefe del Gabinete Naval Imperial— y Friedrich von Ingenohl —comandante de la Flota de Alta Mar—, creyeron que la guerra duraría muy poco y que por tanto la flota debía ser preservada intacta.
[9] Pohl argumentó que los submarinos se debían emplear para atacar a los buques mercantes del enemigo y presionó desde el comienzo de la guerra para que no se le pusieran limitaciones a la guerra submarina contra los mercantes.
[13] Para ello había conseguido convencer a Bethmann-Hollweg con la falsa promesa de que los comandantes de los submarinos sabrían distinguir entre barcos neutrales y enemigos para así evitar una provocación a los Estados Unidos.
Fue reemplazado en su puesto debido a su delicada salud por el almirante Reinhard Scheer el 23 de enero.
Justo un mes después, el 23 de febrero, Hugo von Pohl murió.