Fue formada en 1914 al unirse la Flota del Atlántico con la Home Fleet e incluía entre 35 y 40 buques capitales.
La Gran Flota, tenía su base en Scapa Flow, en las Islas Orcadas.
En esta batalla, fueron hundidos más buques británicos que alemanes, aunque la Flota de Alta Mar, resultó dañada tan extensamente que dispuso de muy pocos barcos durante algunos meses.
Estratégicamente, fue una victoria británica, ya que los Ingleses, consiguieron mantener el control del mar del Norte, sin que hubiera más intentos de la flota alemana de conseguirlo.
Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, la Gran Flota fue disuelta, y la mayor parte de sus unidades principales formando parte de la nueva Flota Atlántica.