El octavo HMS Vanguard de la Marina Real Británica fue un acorazado de la clase St Vincent, una versión agrandada del HMS Dreadnought diseñado y construido por Vickers en Barrow-in-Furness.
Tomó parte de la acción desde el comienzo al final, pero no sufrió daños ni bajas.
La investigación concluyó que parte de la cordita a bordo, que había sido descargada temporalmente en diciembre de 1916 y catalogada en ese momento, había sobrepasado su vida útil.
Se planteó la posibilidad de una detonación espontánea, pero no pudo probarse.
Se sugirió que esto podría haber contribuido a una temperatura peligrosamente alta en los polvorines.