Hochseeflotte

La revolución dreadnought en 1906 afectó gravemente a la composición de la Flota, pues sus veinticuatro predreadnought quedaron obsoletos y requirieron su sustitución.

Para cuando estalló la Primera Guerra Mundial, a mediados de 1914, ya se habían construido acorazados tipo dreadnought en número suficiente para crear dos escuadrones, mientras que los ocho predreadnought más modernos formaron un tercero.

[4]​ Ante esta constatación, los almirantes germanos recomendaron a su káiser ordenar la reanudación de la guerra submarina sin restricciones.

[7]​ Asimismo, veía a Gran Bretaña y su poderosa Real Armada como la principal amenaza.

[2]​ Tirpitz teorizó que una flota británica de ataque requeriría ser un tercio superior en número buques para conseguir la victoria.

Pero Tirpitz previó una flota todavía mayor, y ya en septiembre de 1899 había informado al Káiser que pretendía contar al menos con 45 acorazados, y potencialmente podría asegurar un tercer doble escuadrón para una fuerza total de 48 acorazados.

El Reino Unido también hizo una serie de acuerdos diplomáticos, incluida una alianza con el Imperio del Japón que le permitió retirar unidades navales de extremo oriente y así concentrar más acorazados en el mar del Norte.

[14]​ Estos hechos permitieron al Reino Unido descartar la «dualidad estándar de poderes» y centrarse únicamente en el ascenso naval alemán.

En octubre de 1906 el almirante Fisher afirmó que «nuestro único probable enemigo es Alemania.

Los barcos capaces de plantarle batalla necesitarían ser bastante más grandes que los viejos predreadnought, lo que incrementaría sus costes y necesitarían del dragado de puertos y canales para adaptarse a ellos.

El presupuesto naval alemán se había reducido y, sin nuevos fondos, Tirpitz tendría que abandonar su desafío a Gran Bretaña.

[16]​ Por ello, el almirante alemán se presentó ante el Reichstag en mayo de 1906 para solicitar financiación adicional.

La Primera Enmienda a la Segunda Ley Naval fue aprobada el 19 de mayo y aseguró los fondos para los nuevos acorazados, así como para los dragados necesarios por su gran tamaño.

[20]​ Sin embargo, los británicos no obraron como presuponía Tirpitz y ya desde el nombramiento de Jackie Fisher como Primer Lord del Mar en 1904 la marina británica había comenzado una importante reorganización: concentraron sus mejores unidades en el mar del Norte, botaron el revolucionario y poderoso acorazado Dreadnought en 1906 y dieron inicio a un riguroso plan de entrenamiento de sus tripulaciones.

[27]​ En tiempos de paz todos los buques germanos en servicio activo estaban estacionados en Wilhelmshaven, Kiel o Danzig.

[36]​ A principios de 1907 se habían construido suficientes acorazados —de las clases Braunschweig y Deutschland— para crear un segundo escuadrón completo.

[39]​ El príncipe Enrique fue sustituido en 1909 por el vicealmirante Henning von Holtzendorff, que ocupó el cargo hasta 1913, cuando tomó el mando el vicealmirante Friedrich von Ingenohl,[40]​ que sería el comandante de la flota en los primeros meses de la Primera Guerra Mundial.

Tres días después la flota avanzó al Banco Dogger, aunque tampoco halló efectivos navales enemigos.

La última operación del año, el 23 y 24 de octubre, fue un infructuoso avance hacia Horns Reef.

[53]​ Al llegar a la Flota de Alta Mar, los cruceros de batalla del vicealmirante David Beatty viraron al norte para atraer los barcos germanos hacia la Gran Flota, bajo el mando del almirante John Jellicoe.

[56]​ Sobre las 18:55 Scheer ordenó un segundo giro de 16 puntos para lanzar un ataque a la flota británica.

[59]​ Scheer entonces ordenó a su flota adoptar la formación de crucero nocturno, completada hacia las 23:40.

Varios buques capitales, incluido el SMS König, que había liderado la formación, y la mayoría de los cruceros de batalla, tuvieron que entrar en dique seco para recibir extensas reparaciones en los siguientes dos meses.

Se celebraron varias cortes marciales que dieron lugar a 77 sentencias y la condena a muerte de nueve hombres, aunque solo dos, Albin Köbis y Max Reichpietsch, fueron ejecutados.

[73]​ La operación comenzó en la mañana del 12 de octubre, cuando el Moltke y los barcos del III Escuadrón atacaron las posiciones rusas en la Bahía Tagga mientras el IV Escuadrón bombardeaba las baterías costeras en Sworbe y Ösel.

El día anterior la flota alemana se reunió en la rada de Schillig, frente a Wilhelmshaven, y partió la mañana siguiente.

[81]​ Antes de la partida de la flota alemana el almirante Adolf von Trotha dejó claro a Reuter que no podía permitir que los Aliados se hicieran con los barcos bajo ninguna condición.

Se recuperaron cinco buques capitales más, aunque tres de ellos —SMS König, SMS Kronprinz y SMS Markgraf— se encontraban a demasiada profundidad para ser alzados y permanecen todavía en el fondo de Scapa Flow junto con cuatro cruceros ligeros.

Raeder apostó por el ataque a la marina mercante del enemigo con barcos corsarios, en lugar de construir una gran flota que desafiara a la Real Armada Británica, algo que consideraba un esfuerzo inútil.

Sin embargo, el plan fue revocado por el canciller Adolf Hitler, quien se decantó por una poderosa flota de acorazados.

Gran almirante ( Großadmiral ) Alfred von Tirpitz , arquitecto de la Flota de Alta Mar.
El almirante británico John Arbuthnot Fisher .
El HMS Dreadnought . La botadura de este revolucionario acorazado británico marcó un antes y un después en la ingeniería naval militar y reavivó la carrera armamentística previa a la Gran Guerra.
Los Escuadrones I y II de la Flota de Alta Mar en el puerto de Kiel.
El SMS Deutschland , primer buque insignia de la Flota de Alta Mar.
Los cruceros de batalla Derfflinger , Moltke y Seydlitz , pertenecientes al I Grupo de Exploración de Franz von Hipper , en camino al Banco Dogger.
Diagrama de la batalla de Jutlandia en el que se muestran los principales movimientos de las flotas enfrentadas.
2º Escuadrón de Acorazados de la Flota de Alta Mar antes de la guerra.
Movimientos de la flota alemana durante la Operación Albión .
Mapa que indica la posición en que fueron hundidos los buques de la Flota de Alta Mar en Scapa Flow. Pincha aquí para verlo en mayor tamaño.
Chimeneas y mástiles del Hindenburg en la superficie del agua tras haber sido echado a pique por su propia tripulación.