Levantamiento marinero en Kiel

Los marineros de Kiel contaban con armas suficientes para rechazar un ataque, y sus motivaciones se difundieron tanto que en cuestión de horas el motín se había extendido ya a todas las unidades de la Kaiserliche Marine en el mar del Norte, imposibilitando la proyectada ofensiva contra Gran Bretaña.

Al cerrarse posteriormente la Gewerkschaftshaus, el 3 de noviembre se realizaron concentraciones conjuntas de marineros y obreros en Kiel al aire libre.

Cuando el teniente naval Steinhäuser ordenó disparar contra los manifestantes, causando la muerte de nueve personas, un marino respondió al fuego y mató al oficial.

Desarmaron a sus oficiales, ocuparon los barcos, liberaron a los presos amotinados y tomaron el control de las instalaciones públicas y militares de Kiel.

Por la tarde se unieron a la sublevación los soldados del ejército imperial que el comandante de la guarnición local había hecho traer de Altona precisamente para sofocar la revuelta naval.

Al atardecer del mismo día la ciudad y el puerto de Kiel estaba indiscutiblemente en manos de 40 000 marineros, soldados y trabajadores insurrectos.

Noske efectivamente logró terminar con la revolución en Kiel al día siguiente, pero mientras tanto los acontecimientos ya habían trascendido lejos de la ciudad, pues las protestas contra la continuación de la guerra se extendieron prontamente a toda Alemania, con situaciones similares en Baviera, la cuenca del Ruhr y la misma Berlín, siendo que tales protestas implicaban también el rechazo de soldados y obreros hacia el régimen imperial.

Marineros alemanes de Kiel, sublevados en el buque Prinzregent Luitpold , noviembre de 1918