La tarde del 13 de septiembre, cuando ya las tripulaciones empezaban a hacer campaña, el contraalmirante Wilfrid Tomkinson (tomando el mando temporal mientras el almirante Sir Michael Hodges estaba hospitalizado) recibió una carta del Almirantazgo fechada el 10 de septiembre.
Se pusieron de acuerdo para organizar una huelga y salieron cantando la Red Flag.
Fueron enviadas patrullas de refuerzo, encabezadas por el Capitán Wake (el comandante del Warspite) y fue cerrada la cantina.
Poco antes de la comida, informaron a Tomkinson que se habían mandado patrullas del Hood y el Valiant para apaciguar los nuevos disturbios en la cantina y al aire libre en el litoral.
Los marinos volvieron a sus buques, pero varios de ellos se unieron en la cubierta y siguieron con sus protestas.
Sin embargo, después de discusiones con varios oficiales menores, los comandantes del Hood y el Nelson y los Oficiales de la Patrulla que habían visto pasar las cosas, decidió en contra de eso, esperando que el Repulse acataría órdenes y que eso sofocaría cualquier resistencia en otros buques.
El Valiant echó las amarras y trató de zarpar con una tripulación reducida, pero no pudo.
Hasta los Royal Marines, que debían mantener la disciplina y aplastar cualquier motín, se solidarizaron.
El Almirantazgo dijo que la rebaja era solamente un 10%, pero esto no tomaba en cuenta la situación para los de la escala vieja.
En su segundo telegrama, Tomkinson recibió instrucciones de retomar los ejercicios en el momento en que acabara con las reclamaciones.
En la madrugada del 16 de septiembre, Tomkinson informó a la Flota que el Almirante Colvin había sido mandado al Almirantazgo para presentar los agravios de los marinos, pero no se podía esperar una decisión por 1 o 2 días; esperaba que toda tripulación volviera al trabajo.
Además, pidió que los miembros del Almirantazgo visitaran Invergordon para tratar las problemas en persona.
Poco después, el Almirantazgo le informó que el asunto estaba en manos del gabinete, y pasó esta noticia a la Flota.
Mientras tanto, la tripulación del Hood había dejado de hacer todas las tareas menos las esenciales.
El Motín de Invergordon fue un evento clave para hacer que Gran Bretaña dejara el patrón oro el mes siguiente.