En 1866, a sus 25 años estando en el puerto de Portsmouth se le concede permiso para contraer matrimonio con Frances Delves-Brougthon quien le daría cuatro hijos y sería su más fiel compañera hasta su muerte en 1918.
Desde 1875 hasta 1879 sirve en diferentes navíos en el Mediterráneo, en aguas de América del Norte y en las Indias orientales, donde Fisher se destaca por realizar innovaciones y mejoras en los buques a su mando, por donde además se le reconoce por su celo al deber, y la férrea disciplina impuesta de forma implacable.
Fisher cumple la misión a pesar de estar gravemente afectado por disentería y es nombrado compañero de la Orden del Baño mediante los auspicios del príncipe Alberto Eduardo, futuro rey Eduardo VII.
Fisher en este periodo mantiene relaciones con ingenieros y proyectistas innovadores buscando la mejora continua de la calidad del equipamiento naval en los astilleros reales.
De este modo los ejercicios navales cambian en forma y fondo centrándose en las nuevas directivas impuestas por Fisher.
En 1904, Fisher se le concede el cargo de Primer Lord del Almirantazgo, siendo avalado por el rey Eduardo VII con quien mantenía una larga amistad desde el conflicto anglo-egipcio.
Los políticos se resistieron a estos cambios, pero se llevan a cabo gracias al apoyo del almirante John Jellicoe, que defiende la modernización de la marina.
En 1914, Fisher es llamado a ocupar nuevamente el cargo de Primer Lord del Mar (First Sea Lord) debido a que su predecesor, el príncipe Luis de Battenberg tiene lazos con la Alemania Imperial.
Debido a esta escabrosa situación se resiente la relación entre Fisher y Churchill.
Se le brindó un honroso funeral militar en la Abadía de Westminster y sus restos fueron cremados posteriormente.
Fisher dentro de la Real Marina Británica desarrolló una gran afinidad por aquellos técnicos innovadores no cerrándose nunca ante una idea que impulsara una mejora que pudiera ir en beneficio técnico de la marina.
La temprana separación del seno familiar siempre le afectó y mantuvo una gran devoción por su madre a pesar de la distancia.