Estos difieren según regiones y representan los actos culturales más importantes de cada localidad.
Los romanos tenían a las bailarinas gaditanas por las más bellas y elegantes del mundo.
Otros bailes populares españoles con la consideración de danza folclórica más o menos extendidos por distintas zonas del territorio (bailes regionales) son el vito, la jota, la reja, danzas vascas, sardana, muñeira, paloteo, isa canaria, etc.[9] Particularmente, algunos de estos bailes tradicionales son habitualmente considerados como ramas de la danza clásica española, sobre todo el bolero , en su forma denominada la escuela bolera,[10] el fandango, las seguidillas (la seguidilla es un tipo de estrofa y la seguiriya uno de los palos del flamenco), la crotacología o arte de tocar las castañuelas o palillos, habitualmente mientras se baila,[11] y el zapateado.
[12] Otras formas de danza española no relacionadas con la tradición folclórica o flamenca son la danza contemporánea en España (danza moderna o danza contemporánea), el baile juvenil en España (baile juvenil: rock, música disco, hip hop, bakalao, etc.) a veces ligados a alguna subcultura juvenil o tribu urbana; pero que en alguna ocasión incluyen ritmos tradicionales españoles o hispanoamericanos (rumba en sus formas flamenca y catalana), y baile de salón en España (baile de salón) concepto que engloba a algunos bailes españoles (más bien los recientes -del siglo XIX-, como el pasodoble, las sevillanas, o el chotis; o los modificados, como el bolero moderno), otros bailes hispanoamericanos (muchos de ellos cantes de ida y vuelta, originados por el contacto transatlántico: tango, cumbia, milonga, salsa, merengue, etc.) y otros bailes europeos (polca, vals, etc.) brasileños (samba) o estadounidenses (fox trot, swing, rock, etc.).
[21] La Danza Española, escultura de Edgar Degas (hacia 1885), conservada en el Ackland Museum (Chapel Hill, Carolina del Norte, Estados Unidos).