[1][2] En cuanto a la danza, que se agregaría después, toma sus movimientos de la escuela bolera.[3] No son un palo del flamenco propiamente dicho, porque su baile está coreografiado y su lírica se ha simplificado para acompañar al baile, aunque sí que aglutina diversos elementos estéticos del flamenco.Tienen como antecedentes las seguidillas, danza popular que se baila en Sevilla desde fines del siglo XVI.[3] Las sevillanas de por aquél entonces todavía se bailaban en tres rondas (hoy en día son típicamente cuatro), como por ejemplo las sevillanas Viva Sevilla que recogió Federico García Lorca y que grabó en 1931 junto con La Argentinita.[10] En esta película colaboraron artistas como Camarón, Manuel Pareja Obregón, Tomatito o Merche Esmeralda.[11] Si bien es cierto que existen ciertas excepciones (sevillanas muy antiguas o muy alternativas), la estructura formal de una sevillana es siempre la misma:[3] introducción – salida – vuelta – salida – vuelta – salida – cierre Los versos de las sevillanas se alternan entre heptasílabos y pentasílabos de la siguiente manera (se indica también la rima, si es asonante o si no tiene):[1] Las sevillanas constan de tres elementos: la música, el cante y el baile.Aunque ciertamente hay mucha diversidad temática, la mayoría de veces las sevillanas hablan de:[1] Es el baile folclórico más popular y más conocido en España[cita requerida] pudiéndose diferenciar entre bailes rápidos o lentos.Se pueden diferenciar cuatro movimientos dentro del baile: paseíllos, pasadas, careos y remate.Sus sevillanas se hicieron míticas, conocidas como «bíblicas», después se inclinaron por dedicarle sevillanas a la Virgen del Rocío y su romería, al igual que a la provincia de Huelva y al Descubrimiento de América.Un productor y compositor clave en la evolución de las sevillanas en los años 80 fue Manuel Sánchez Pernía.Ecos del Rocío, también muy conocidos hasta el día de hoy, han logrado llegar al gran público interpretando temas sensibles.