[4] Hereda de éstas el compás ternario, la literaria forma métrica y su estructura, que consiste en tres partes conocidas como coplas o mudanzas.Predomina la temática amorosa en todas sus vertientes, aunque ocasionalmente aparecen también motivos satíricos referidos a asuntos sociales y políticos.[9] Al mismo tiempo, viajeros extranjeros que llegaban a España se sintieron llamados por la vistosidad del baile y su ritmo, como fue el caso del neoyorkino Alexander Slidell Mackenzie, quien, en la memoria del viaje que realizó por el país en 1827, A year in Spain by a young american, (Boston: Hilliard Gray & Co, 1830), le dedicó encendidos elogios: Y en este tono continúa Slidell, describiendo cómo se baila, la indumentaria, a los bailarines y la música, durante no menos de cinco páginas.y Henri Bertini en 1835, en cuyo Tomo I, desde la página 88 hasta la 97, la voz autorizada de Fernando Sor se refería extensamente a esta forma musical.[14] Posteriormente a Chopin se siguió componiendo el bolero por lo menos igual, si no todavía más: ya hemos citado a Coralli, pero más ejemplos podemos encontrarlos en Stephen Heller (Bolero Op.32, ca 1834);[15] Camille Saint-Saëns, quien en 1871 compuso uno titulado El desdichado para dos voces, con letra francesa de Jules Barbier, que ha sido traducido y también se canta en español;[16] Moritz Moszkowski, quien incluye asimismo un bolero como la última de sus cinco Danzas Españolas Op.