Música folclórica de España

En general, las manifestaciones entendidas como música folclórica o de transmisión tradicional tienen orígenes en el período entre 1800 y 1950.

Son contadas las ocasiones en que es posible trazar orígenes barrocos o renacentistas como es el caso de algunas danzas ligadas a rituales religiosos.

Entre los tipos más importantes hay que destacar el cante hondo, cante jondo o flamenco, la copla, el cuplé, el fandango, la isa canaria, la jota, la muñeira, los paloteos o balls de bastons, el pasodoble, las pardiscas, la rebolada, la sardana, los verdiales y la Danza Prima, Zarzuela.

Por otro lado la música sefardí continúa siendo cultivada por artistas como Aurora Morena, Luis Delgado y Rosa Zaragoza.

La música aragonesa se caracteriza por un ritmo percusivo denso, al que algunos atribuyeron origen norteafricano (bereber).

El noroeste de España (Galicia, Asturias y Cantabria) alberga una rica tradición de música para gaita que algunos conectan con la música celta, debido a diferentes tradiciones culturales atlánticas muy semejantes en la zona.

Tomeu Penya, Miquela Lladó, Biel Majoral y Joan Bibiloni son también populares.

Algunas danzas populares en Canarias son: La zona ha estado abierta a diversas influencias musicales a lo largo de su historia, lo que se refleja en la extraordinaria variedad actual y dificulta cualquier estereotipo reductor, aunque las formas más autóctonas parecen ser el villancico y la seguidilla.

La gaita se utilizó en estas zonas y en el norte de Castilla hasta inicios del siglo XX.

Las habaneras o havaneres son melodías de origen afrocubano y compás binario muy extendidas en la práctica coral.

Los cuales, junto con la aragonesa, forma las llamadas «jotas del Ebro» ya que estas tres variedades están emparentadas entre sí.

En estas regiones se cantan con indumentaria de color blanco, pañuelo y faja roja.

Pareja de baile tradicional asturiano.
Piteros cántabros.