La Bética (en latín, Bætica) fue una provincia romana creada en 27 a. C. en Hispania, que subsistió como entidad administrativa hasta la invasión islámica del siglo VIII.La Bética fue una de las provincias más importantes del mundo romano, tanto política como cultural y económicamente.A finales del turbulento siglo III, cuando el imperio estuvo a punto de derrumbarse, la Bética mantuvo su unidad administrativa con la división provincial decretada por Diocleciano (298), que incluía la creación de una Diocesis Hispaniarum.Ambas facciones se disputaron la Bética, hasta que el procónsul Quinto Cecilio Metelo la dominó para los optimates desde su cuartel general instalado en Córdoba.En aquel contexto apareció también en el sur de Hispania Julio César, entonces un relativamente joven aristócrata romano que desarrolló varios cargos gubernamentales en la Ulterior.Tras ser derrotados en la batalla de Farsalia (48 a. C.), parte del ejército pompeyano abandonó Grecia, refugiándose en Egipto, donde Pompeyo fue asesinado a finales del 47 a. C. Su hijo, Cneo Pompeyo el Joven, recogió los restos del ejército derrotado dirigiéndose a Hispania, donde le quedaban numerosos partidarios gracias al recuerdo dejado por su padre treinta años atrás, durante la guerra sertoriana.Julio César, que contaba también con importantes apoyos en la zona, persiguió a las tropas enemigas, a las que derrotó contundentemente en la batalla de Munda (45 a. C.), cerca de Córdoba, dando por concluida la guerra.En el año 27 a. C., con Octavio recién nombrado Augusto por el Senado, se llevó a cabo una reforma por la que Hispania quedó dividida en tres provincias imperiales: la Bética, la Tarraconense y la Lusitania.La Bética fue desde entonces una provincia senatorial gobernada por un procónsul con capital en Corduba, no siendo necesaria la presencia de ninguna legión por su completa pacificación.Gades contó también con un gran teatro, y en Itálica se levantó un anfiteatro con capacidad para 25000 espectadores.Aunque desarrollaron su carrera en Roma, la familia Annea de Corduba produjo figuras tan relevantes como el retor Marco Anneo Séneca, su hijo Séneca, famoso filósofo estoico, y Lucano, autor del poema épico Farsalia.El emperador Marco Aurelio (161-180), aunque nacido en Roma, tenía también sus raíces familiares en la provincia, concretamente en Ucubi (actual Espejo), no lejos de Corduba.El turbulento siglo III, que a punto estuvo de ver derrumbarse al imperio, trajo nuevamente complicaciones para la Bética procedentes de África, a las que se añadía una piratería muy activa en la zona del estrecho.Esto obligó al emperador Maximiano a desplazarse a Corduba hacia el 296-297, donde mandó construir un palacio imperial de proporciones colosales desde el que dirigir la campaña militar contra piratas y mauri, en la Mauritania Tingitana.La Bética fue romana hasta que en el 411, tras invadir el Imperio occidental, los suevos, vándalos y alanos se establecieron en la península ibérica.Fue el último territorio controlado de facto por los visigodos, y el que mayor inestabilidad política presentaba.Sin embargo, la presencia bizantina en la Bética fue fugaz, ya que el Reino visigodo de Toledo siempre quiso recuperar el litoral perdido.Los obispos católicos de la Bética, sólidamente apoyados por la población local, consiguieron convertir al rey visigodo arriano Recaredo y sus nobles.
Anfiteatro de Itálica, construido en tiempos de Adriano (117-138).
Foro de Carteia (Cádiz)
Marco Ulpio Trajano (98-117)
Reverso de
as
de bronce emitido bajo Augusto por la
Colonia
Iulia Traducta
, ya que numerosas comunidades de la Bética gozaron del privilegio de emisión de moneda fiduciaria desde finales de la república hasta
Calígula
.