Sin embargo, la mala suerte se cebó con la empresa cuando su barco, el Endurance, quedó atrapado en una banquisa de hielo que lo fue aplastando lentamente y lo acabó hundiendo.
En 1921 el explorador organizó un nuevo viaje a la Antártida con fines científicos, la Expedición Shackleton-Rowett, pero antes de que ésta llegara al continente helado, Ernest Shackleton sufrió un ataque al corazón y murió mientras su barco, el Quest, estaba amarrado en las islas Georgias del Sur.
En su empeño por hacer fortuna, puso en marcha numerosos negocios y proyectos, ninguno de los cuales prosperó.
Tras su fallecimiento la prensa lo ensalzó, pero pronto su memoria cayó en el olvido mientras la reputación heroica de su rival Robert Scott permanecía en lo más alto durante décadas.
[6] Al parecer, el joven Shackleton no fue un estudiante brillante, y además se aburría en la escuela.
[11] Las opciones que tenía eran ingresar en la Marina Real británica y entrar en el buque escuela HMS Britannia (lo que su padre no podía permitirse), embarcar en los buques escuela mercantes Worcester y Conway o bien enrolarse como grumete en un barco de vela.
[11] Su padre pudo asegurarle un lugar en la North Western Shipping Company a bordo del velero Hoghton Tower.
[14] Shackleton aprovechó la amistad con su hijo para obtener una entrevista con Longstaff e intentar conseguir un puesto en la expedición.
Su líder era Robert Falcon Scott, teniente de la Real Armada Británica que luego fue ascendido a comandante.
[18] Shackleton también lo aceptó, aunque debido a su experiencia e instintos, habría preferido un estilo diferente y más informal de liderazgo.
[32] Aunque no hay manera de corroborar la historia de Armitage, se sabe que Shackleton y Scott mantuvieron la amistad al menos hasta la publicación del relato del viaje al sur en The Voyage of the Discovery.
[36] En su lugar empezó a trabajar como periodista para el Royal Magazine, trabajo que tampoco le resultó satisfactorio.
[42] Beardmore decidió apoyar la expedición de Shackleton con un aval,[N 1] aunque al explorador le resultó difícil conseguir otras ayudas económicas.
[47] Para ahorrar carbón, el vapor Koonya remolcó el barco Nimrod durante más de 2600 km hasta los hielos antárticos, una ayuda que Shackleton consiguió tras convencer al gobierno neozelandés y a la Union Steamship Company para compartir los costes.
En un momento dado Shackleton cedió la galleta que le correspondía al enfermo Frank Wild, quien escribió en su diario: «Ni todo el dinero que haya sido acuñado podría haber comprado esa galleta y nunca olvidaré ese sacrificio».
[56] Shackleton regresó al Reino Unido considerado como un héroe por los británicos y poco después publicó su relato de la expedición, Heart of the Antarctic.
[60] Además, Shackleton fue nombrado Joven Hermano de la Trinity House, un gran honor para los marineros británicos.
[63] En el período inmediatamente posterior a su regreso de la Nimrod, Shackleton desarrolló una intensa actividad con apariciones públicas, conferencias y eventos sociales.
[72] El interés público en la expedición fue considerable, pues Shackleton recibió más de 5000 solicitudes para unirse a ella.
[73] Sus entrevistas y formas de selección fueron a menudo excéntricas, porque su convicción de que el carácter y el temperamento eran tan importantes como la habilidad técnica[74] le llevaba a hacer preguntas nada convencionales.
[76] Shackleton también relajó algunas jerarquías tradicionales porque esperaba que todos los hombres, incluidos los científicos, asumieran su parte en las tareas del barco.
[78] Shackleton no se incorporó al equipo hasta el 27 de septiembre, cuando embarcó en Buenos Aires, Argentina.
[94] Shackleton eligió cinco compañeros de travesía: Frank Worsley, capitán del Endurance, se encargaría de la navegación, Tom Crean, que «rogó participar», los dos marineros John Vincent y Timothy McCarthy, que se distinguían por su fuerza, y el carpintero McNish.
[100][93] Shackleton envió inmediatamente un bote para recoger a los tres hombres dejados en la costa sur mientras él se ponía a trabajar para organizar el rescate de los hombres de la isla Elefante, que llevaban aislados allí cuatro meses y medio.
Solicitó ayuda al gobierno chileno y este dispuso para el rescate una escampavía de su armada, la Yelcho, comandada por Luis Pardo Villalón.
[103] Cuando Shackleton regresó a Inglaterra en mayo de 1917, Europa estaba inmersa en plena Primera Guerra Mundial.
Ya entonces sufría una afección cardíaca, agravada por sus azarosos viajes y, aunque era demasiado viejo para ser llamado a filas, se ofreció voluntario para ingresar en el ejército.
[120] Otra iniciativa con la misma finalidad fue la creación del Fondo Memorial Shackleton, destinado a ayudar en el sustento de su familia.
Al mismo tiempo, la actitud hacia Scott varió hacia una visión más crítica, que culminó con la publicación en 1979 de la mordaz biografía dual de Amundsen y Scott escrita por Roland Huntford, descrita por Barczewski como un «ataque devastador».
El periódico estadounidense New York Times lo considera como uno de los 10 mejores libros ilustrados del año 2014.