Sirvió para diversas finalidades a través de los siglos, y llegó a ser la primera y más importante Residencia Real, residiendo ahí el Lord Teniente de Irlanda o Virrey de Irlanda, el representante del monarca.
Durante la ocupación británica de Irlanda, «Católico del castillo» fue un término peyorativo para los católicos que eran vistos como excesivamente amigables con la administración británica o que la apoyaban.
En 1907, robaron las Joyas de la Corona Irlandesa, que se encontraban en su interior.
El complejo de edificios suele estar abierto al público, excepto durante las funciones oficiales.
La última persona en quedarse en las habitaciones reales fue Margaret Thatcher, que pasó la noche con Dennis durante la reunión de 1979 del Consejo Europeo.