[2] Sin embargo, la expedición tenía otros objetivos más allá de la conquista polar, tales como la investigación científica y la exploración geográfica.
En el contexto de una época en que el público demandaba grandes hazañas,[4] llegar a ser la primera nación en alcanzar lugares tan alejados y simbólicos del globo, produjo a los Estados gran motivación por subvencionar este tipo de misiones.
Evans abandonó la idea de montar su propia expedición y aportó a Scott su sostén financiero.
Oates, relativamente rico, fue voluntario a la expedición y aportó 1000 £ de sus propios fondos.
Siguiendo los consejos de Fridtjof Nansen, Scott reclutó también a Tryggve Gran, un joven noruego experto esquiador.
[15][nota 3] Para llevar a cabo su programa científico, Scott seleccionó un personal más experimentado que el que llevó a la expedición Discovery, particularmente el director científico y zoólogo, Edward Adrian Wilson, uno de sus confidentes más próximos en el equipo y que anteriormente, en dicha marcha, se había manifestado ya como excelente científico, además de brillante ilustrador y explorador polar de calidad.
[4] Oates, más competente en esta materia, se percató de ello durante la escala en Nueva Zelanda, pero entonces era demasiado tarde para cambiarlos.
Asimismo, compraron también tres vehículos oruga motorizados, ya que anteriormente habían probado con éxito este modo de desplazamiento en el puerto du Lautaret (Altos Alpes franceses), con Jean-Baptiste Charcot.
Los caballos y los vehículos motorizados ya habían sido utilizados por Shackleton durante la expedición Nimrod.
[22] El barco llegó a Nueva Zelanda donde se completó su abastecimiento, particularmente los 34 perros, 19 caballos siberianos y tres vehículos motorizados.
[26] El trabajo fue realizado por doce hombres, los 8 caballos más fuertes y dos equipos con los perros de trineo.
En ese momento se inició la primera expedición geológica hacia el oeste de las montañas Transantárticas.
El equipo se instaló en un lugar bautizado como Geology Point, y construyeron un refugio de piedra.
[39] El viaje al cabo Crozier fue planificado por Edward Adrian Wilson, quien defendió la utilidad de continuar los trabajos zoológicos, cuyos primeros informes pertenecían a la expedición Discovery.
El 5 de julio, la temperatura cayó a -60 °C y fue descrito como «un frío que nadie podría resistir en la oscuridad, llevando las ropas heladas».
La tempestad también se llevó la tienda que debían utilizar para el regreso, pero afortunadamente la recuperaron a unos 800 metros aproximadamente del iglú.
En esta etapa, los perros regresarían al campamento base y se sacrificaría a los caballos para servir de alimento.
Más tarde, doce hombres en tres grupos entrarían en el glaciar, izando y tirando del material ellos mismos.
Scott no había decidido aún qué personas le acompañarían en el viaje final al polo.
Los otros dos equipos continuaron más al sur en buenas condiciones, y recuperaron una parte del tiempo perdido en la barrera de hielo.
La decisión, aunque muy reflexionada, fue sorprendente: todo hasta ese momento se había basado en equipos de cuatro hombres.
Lashly y Crean (pero no Atkinson)[nota 10] recibieron posteriormente las medallas Albert por sus esfuerzos.
[56] Al llegar nuevamente a la barrera de hielo, el equipo sufrió unas condiciones meteorológicas extremas, jamás registradas en este medio hostil.
Como la marcha progresaba muy lentamente, se volvió cada vez más difícil sobrevivir con las raciones recuperadas en los depósitos.
[nota 12] Decidió llevar él mismo las dos raciones a One Ton, pero aparentemente no encontró nada de alimento para los perros.
Llegaron al One Ton Depot el 4 de marzo y depositaron las raciones suplementarias.
Atkinson anotó: "En mi cabeza, estaba seguro de que el equipo polar había fallecido",[66] y regresó con Keohane a Hut Point.
Los otros miembros de la expedición[nota 16] prosiguieron sus trabajos científicos durante todo el invierno.
Este libro, muy crítico con Scott y reprochándole todo lo malo que sucedió, encontró la aprobación de una generación menos sensible a las historias heroicas.
[76] Esta dieta se completó con la carne de los caballos, pero estos suplementos no compensaron suficientemente el déficit calórico (y quizá vitamínico) en periodos prolongados.