Roald Dahl

[6]​ En sus libros infantiles se celebran personajes de corazones amables y persisten sentimientos cálidos subyacentes.[8]​ Se había afincado en Cardiff en la década de 1880 con su primera mujer, la francesa Marie Beaurin-Gresser, y hecho fortuna.Dahl solía soñar con inventar una nueva barra de chocolate que sería el asombro del mismo señor Cadbury, lo que le sirvió como inspiración para escribir su segundo libro para niños, Charlie y la fábrica de chocolate.[12]​ En noviembre de 1939 se unió a la Real Fuerza Aérea (RAF) como «aircraftman», el rango más bajo.Dahl se sorprendió al descubrir que no recibiría entrenamiento especializado en combate aéreo ni en cómo volar los Gloster Gladiators.Desde ahí volarían a la pista del escuadrón 80, cincuenta kilómetros al sur de Marsa Matruh.Su compañero, Douglas McDonald, había aterrizado bien y pudo cuidad de Dahl hasta que fueron rescatados.[14]​[15]​En una investigación de la RAF acerca del suceso, se descubrió que la ubicación a la que se le había ordenado volar era completamente incorrecta, habiendo sido enviado por error a una tierra de nadie entre las fuerzas británicas e italianas.Dahl fue rescatado y llevado a un puesto de primeros auxilios en Marsa Matruh, donde recuperó la conciencia (aunque no la vista).Para esos momentos, el escuadrón número 80 había sido transferido a la campaña griega y se encontraba en Eleusis, cerca de Atenas, Grecia, combatiendo junto con la British Expeditionary Force contra las fuerzas del Eje, sin esperanzas de derrotarlos.Para este momento en la campaña griega, la RAF tenía apenas 18 aviones de caza en Grecia, 14 Hurricanes y cuatro bombarderos ligeros Bristol Blenheim.Dahl tuvo su primer combate aéreo volando solo sobre la ciudad de Calcis, donde seis Junkers Ju 88s se encontraban bombardeando barcos.Dahl lo describió como «una confusión interminable de aviones enemigos zumbando hacia mi desde todo lado»Volvimos a pasar, pero esta vez ya no éramos una sorpresa y estaban preparados para nosotros con sus defensas terrestres, y me temo que nuestra caballerosidad resultó en daños en varios de nuestros Hurricanes, incluido el mío, aunque destruimos cinco de sus aviones en tierra.Al llegar a Washington una semana después, Dahl descubrió que le gustaba la atmósfera de la capital estadounidense.Sin embargo, después de diez días en su nuevo puesto, a Dahl le disgustaba profundamente, pues sentía que había aceptado «un trabajo sumamente insignificante».Los Estados Unidos había entrado en la guerra apenas el diciembre previo, después del ataque a Pearl Harbor.[20]​ Dahl también brindaba información a Stephenson y su organización, conocida como British Security Coordination, que formaba parte del MI6.Estuvo casado durante treinta años (desde 1953 hasta 1983) con Neal, y tuvieron cinco hijos (incluyendo a la autora Tessa Dahl).En 1960, Theo, su único hijo varón, sufrió un accidente a los cuatro meses de edad que le provocó hidrocefalia.Este período en sus vidas fue dramatizado en la película The Patricia Neal Story (1981), en la que la pareja fue interpretada por Glenda Jackson y Dirk Bogarde.Paralelamente, tuvo una exitosa carrera como escritor de macabros cuentos para adultos, usualmente apelando al humor negro y a los finales sorpresivos.[34]​ En una biografía de Dahl, Matthew Dennison escribió que «sus escritos incluían con frecuencia protestas contra la injusticia».Augustus Gloop, Bruce Bogtrotter o Bruno Jenkins son algunos de estos personajes, aunque una mujer enorme llamada tía Esponja aparece en James y el melocotón gigante y el desagradable granjero Boggis en Fantastic Mr Fox es un personaje enormemente gordo.Todos estos personajes (con la posible excepción de Bruce Bogtrotter) son villanos o simplemente glotones desagradables.En Matilda, Bruce Bogtrotter le roba un pastel a la malvada directora, la señora Trunchbull, y se ve obligado a comer un gigantesco pastel de chocolate delante de toda la escuela; cuando inesperadamente lo consigue, la Trunchbull le estrella el plato vacío en la cabeza.Tres años después, los editores de Dahl anunciaron que habían revisado cientos de pasajes insensibles y obsoletos en sus clásicos libros para niños, una medida que fue recibida tanto con apoyo por reflejar una cultura cambiante como con críticas por percibirse como una extralimitación editorial.[46]​ Cuando en 1990 su libro Las brujas fue llevado a la pantalla grande por Jim Henson, quien delegó la dirección a Nicolas Roeg, Dahl se enfureció porque Roeg cambió el final original en el guion y suavizó muchas escenas al ver que no eran del agrado de su hijo.[48]​ Aun así, tras esta decepción, en retribución Dahl prohibió terminantemente que sus obras fueran nuevamente llevadas al cine durante el resto de su vida.Roald Dahl fue también presentador de los programas Way out y Tales of the unexpected (en la primera temporada).