Alekséi Bestúzhev-Riumin

En 1707, por solicitud de su padre, Alekséi y su hermano mayor Mijaíl, recibieron permiso para estudiar en el extranjero, por sus propios medios.También contaba con el apoyo del embajador austríaco en San Petersburgo, Rabutin, que tenía una influencia considerable en la corte.Para sí mismo pedía trabajar siete años más en la corte danesa, los poderes de embajador extraordinario y un estipendio aumentado.En 1733 acudió con los documentos a San Petersburgo, recibiendo como premio dos mil rublos y la orden de Alejandro Nevski.Ernst Johann von Biron, que había rivalizado con el padre de Alekséi, Piotr Bestúzhev-Riumin, comenzó a considerar al joven Bestúzhev como una persona justa y fiable.Este, sin embargo, no generaba simpatías en la zarina, que veía en él solo a un hábil y corrupto intrigante.Francia, no obstante, actuaba en oposición a Rusia en los asuntos orientales de Suecia, Polonia y Curlandia.La Chétardie fue reclamado en París, recibiendo, no obstante, regalos de la emperatriz como reconocimiento a su labor en Rusia.Los oponentes a Bestúzhev propusieron la candidatura de Aleksandr Ivánovich Rumiántsev, pero Isabel le descartó por ser "un buen soldado pero un flaco ministro".[1]​ Las condiciones de paz firmadas por Rumiántsev, sin embargo, fueron mucho más modestas que las consideradas necesarias por Bestúzhev, pues los suecos recuperaban toda Finlandia salvo una franja limitada por el río Kymi.[1]​ Obtuvo el reconocimiento de Adolfo Federico como heredero sueco, algo a lo que Bestúzhev no daba valor.El embajador prusiano en San Petersburgo, Axel von Mardefeld, albergaba la esperanza de conseguir un tratado similar entre Prusia y Rusia.En mayo se envió un considerable destacamento del ejército ruso para observar las acciones de Federico en Silesia.Bestúzhev encontró un aliado contra el embajador francés en Mijaíl Vorontsov, que gozaba de gran influencia sobre la emperatriz.La Chétardie aún albergaba esperanzas de lograr una alianza tripartita entre el Imperio ruso, Francia y Suecia a través del partido pro-Holstein.Para ganarse a Vorontsov, Federico le otorgó el galardón de la Orden del Águila Negra con un retrato adornado con diamantes.Cuando Bestúzhev fue nombrado finalmente canciller, la atención de la diplomacia europea se centraba en Prusia, cuyo rápido crecimiento amenazaba a sus países vecinos.En esta cuestión hallaría un inesperado adversario, el conde Vorontsov, que sintiéndose subordinado, decidió tomar su propio partido y confiar en un acercamiento con Francia.Habiendo obtenido de las diferentes partes acuerdos amistosos, un mes después Bestúzhev formaría una alianza defensiva con Dinamarca, y al año siguiente, 1747, firmaría un pacto con la Sublime Puerta.Para su construcción se trasladaron siervos desde la Pequeña Rusia a la orilla del Nevá, instalándose en un nuevo asentamiento que recibió el nombre de Nóvaya Derevnia.Bestúzhev contaba con el control del servicio postal, donde eran leídos y descifrados todos los despachos de los diplomáticos extranjeros, tarea de la que se ocupaba personalmente, según el director del servicio postal, Friedrich Georg von Asch, próximo a Bestúzhev.En Rusia, Vorontsov trabajó activamente a favor del tratado austro-francés y ralentizó por todos los medios la llegada de los subsidios británicos que Bestúzhev aún aceptaba.Varias veces se hallaba en estado de embriaguez ante la emperatriz, repugnada por este defecto que ha dañado su imagen ante ella[13]​."El nuevo favorito, Iván Ivánovich Shuválov, que manejaba la voluntad de la zarina y la representaba durante sus frecuentes indisposiciones, mantenía buenas relaciones con Vorontsov.Contaba con diez miembros (incluido el gran duque Pedro Fiódorovich) y debía reunirse en la corte dos veces por semana.Pese a contar con la protección del conde Piotr Shuválov, el comandante en jefe sería relevado de su cargo.Durante su arresto, Bestúzhev sonreía sardónicamente[15]​ y según los escritos de Poniatowski, no mostraba temor o desesperación sino que se mantuvo alegre e incluso amenazaba a sus enemigos.Tras su exilio, Bestúzhev viviría en el Palacio Cantemir de San Petersburgo, primer trabajo importante del arquitecto Francesco Bartolomeo Rastrelli, con detalles escultóricos realizados por su padre.Alekséi Pétrovich Bestúzhev-Riumin estuvo casado con la alemana Anna Ivánovna Böttiger (fallecida en 1761, hija del diplomático ruso en Hamburgo) que recibió el rango cortesano de hofmeisterin en 1748.Según algunos diplomáticos extranjeros, el canciller Bestúzhev jugaba grandes cantidades a las cartas durante toda la noche y dormía hasta las doce de la mañana.
Londres a mediados del siglo XVIII .
Ménshikov , enemigo de la facción de Bestúzhev.
Tabaquera de plata fabricada en Veliki Ústiug que perteneció a Alekséi Bestúzhev-Riumin, cuyo retrato lleva grabado. siglo XVIII .
El vicecanciller Andréi Osterman .
Louis Tocqué , Retrato de Alekséi Petróvich Bestúzhev-Riumin , siglo XVIII . Galería Tretiakov .
Firma de Bestúzhev-Riumin en la orden de expulsión de La Chétardie .
Isla Kamenni a finales del siglo XVIII .
Dmitri Vasílievich Vólkov , secretario de Bestúzhev.
Retrato de Alekséi Bestúzhev-Riumin . 1759. Museo Estatal de Artes de la República de Tartaristán .
Regreso de Bestúzhev del exilio. Catalina II lo recibió en el Palacio de Verano .
Palacio Cantemir , en San Petersburgo , donde Bestúzhev residiría tras su exilio. Grabado de Johann Stenglin .
Tricloruro de hierro , ingrediente básico de las gotas de Bestúzhev.