Es considerado el principal general y mayor reformador del ejército ruso tras Pedro I de Rusia.
En 1712 fue gravemente herido en la batalla de Denain y cayó prisionero del ejército francés.
El zar Pedro I de Rusia no lo tomó muy en serio, pues llegó a Rusia muy influenciado por la cultura francesa del momento, y el zar no veía en sus finos modales y en sus gustos delicados atributos de un buen soldado.
Tras este asedio la guerra se desplazó hacia Italia y el Rin.
[6] El duque de Curlandia usó su influencia para volver a poner a von Münnich al mando del ejército ruso en la Guerra Ruso-Turca (1735-1739) y así mantenerlo alejado de la corte.
Burkhard Christoph von Münnich ocupó con el ejército ruso Crimea sin mucha dificultad.
Sin embargo, el Sacro Imperio Romano Germánico sufrió fuertes derrotas en la batalla de Banialuka y en la batalla de Krotzka, lo que le llevaron a firmar la paz.
Ana, antes de morir, nombró regente a Ernst Johann von Biron, quien desató un régimen represivo (conocido como “Bíronovschina”[11]).
La pena se le conmutó cuando von Münnich ya había subido al cadalso.
[12] La emperatriz lo desterró a Pelym en Siberia, donde estuvo hasta 1762, cuando Pedro III de Rusia lo rehabilitó en su antigua dignidad.
En un corto periodo de tiempo introdujo importantes reformas dentro del ejército ruso.