Jean-Philippe Rameau

[2]​) en una época en que esos cánones se opusieron con fuerza a los de la música italiana, hasta bien entrado el siglo XVIII.Sus obras para clavecín, sin embargo, han estado siempre presentes en el repertorio —Le Tambourin, L'Entretien des Muses, Le Rappel des Oiseaux, La Poule— y fueron interpretadas (al piano) en el siglo XIX, de igual modo que las obras de Bach, Händel, Couperin o Scarlatti.Su hermano más pequeño, Claude Rameau, precozmente dotado para la música, también acabará ejerciendo esta profesión, aunque con mucho menos éxito.[9]​ Según toda apariencia, en esa época frecuentó a Louis Marchand, habiendo alquilado un apartamento cerca de la Chapelle des Cordeliers, en la que este último era organista titular.[12]​ En 1707 se publicó un aria suya, «Un duo paysan» en «Les Airs sérieux et à boire», en la editora Ballard.Su primer biógrafo, Hugues Maret,[14]​ cuenta la anécdota divertida de la forma en que consiguió librarse de su compromiso: Rameau deseaba irse, pero el Cabildo se oponía; entonces, durante una misa, el compositor improvisó la peor música posible, en un estilo entrecortado y usando muchas disonancias.Este tratado, en el que de hecho llevaba reflexionando desde su juventud, situó a Rameau como un músico erudito.[28]​ En 1732, los Rameau tuvieron una segunda niña, Marie-Louise, que fue bautizada el 15 de noviembre, y por esa época ya vivían en la rue du Chantre.Rameau presenta un caso muy particular en la historia de la música barroca: este quincuagenario «compositor debutante» («compositeur débutant») poseía un oficio cabal que no se había todavía manifestado en su terreno predilecto, la escena lírica, donde eclipsaría pronto a todos sus contemporáneos.Con 32 representaciones en 1733, Hippolyte et Aricie consagró definitivamente a Rameau y lo situó en el primer plano de la música francesa.La pieza será repuesta en vida del compositor tres veces más en la Académie Royale de Musique y, ya al año siguiente, en 1734, fue montada en su ciudad natal, Dijon.La casi inexistente intriga de estos pequeños dramas servía como excusa para producir un «grand spectacle» en que los vestidos suntuosos, los decorados, la maquinaria y sobre todo la danza tenían un papel esencial.Para la tercera representación, se añadió la «Entrée des Fleurs» y luego la obra fue rápidamente retocada tras las críticas concernientes al libreto —en que la intriga está particularmente traída por los pelos—.Les Indes galantes fue repuesta, en su totalidad o parcialmente, cinco veces en vida del compositor y algunas más tras su muerte.Pasarán también todos los veranos en el castillo de Passy adquirido por La Pouplinière, donde Rameau se hará cargo del órgano.La animosidad nació entre ambos de este primer contacto y no hizo sino crecer en los años venideros.Entre ambos bandos nació una verdadera disputa panfletaria que animará los círculos musicales, literarios y filosóficos de la capital francesa hasta 1754.[53]​ Y precisamente todo lo que había escrito Rameau durante treinta años definía la armonía como el principio, la naturaleza misma de la música.Rameau no se está quieto («Observation sur notre instinct pour la musique») y continuará lanzando sus dardos mucho después de que la «Querelle» se hubiera extinguido: «Les erreurs sur la musique dans l'Encyclopédie» (1755), «Suite des erreurs» (1756), «Réponse à MM.Y su inspiración no se agotó: en 1753, compuso la pastoral heroica Daphnis et Églé, una nueva tragedia lírica, Linus, la pastoral Lysis et Délie —estas dos últimas composiciones no fueron representadas y su música se perdió—, así como el acto de ballet Les Sybarites.[63]​ Varias ceremonias de homenaje tuvieron lugar en los días siguientes en París,[64]​ Orléans, Marsella, Dijon y Ruan.Era a la vez secreto, solitario, refunfuñón, pagado de sí mismo (más orgulloso, por cierto, como teórico que como músico[71]​) y casado con sus contradicciones, se dejaba ir fácilmente.Sus «enemigos» —aquellos que no compartían sus ideas en materia de música o teoría acústica— amplificaron sus defectos, por ejemplo su supuesta avaricia.Sus raras composiciones religiosas son, sin embargo, destacables y se comparan favorablemente con las de los especialistas del género.Retomando una fórmula practicada con éxito por Mondonville algunos años antes, las piezas en concierto se desmarcan de las sonatas a trío en que el clavecín no se contenta con asegurar el bajo continuo acompañando a los instrumentos melódicos (violín, flauta, viola), sino que «concierta» en igualdad con ellos.En efecto, este científico demostró que cuando una cuerda vibrante o un tubo sonoro —un «cuerpo sonoro»— emite un sonido, emite también, aunque de manera mucho más débil, sus tercero y quinto armónicos,[90]​ que los músicos llamaban doceavo y diecisieteavo grados diatónicos.[99]​ Por eso, cuando Gluck llegó en 1774 a París, donde compondrá seis óperas francesas, se puede considerar que continuaba la tradición de Rameau.Paul Dukas, en 1903, compuso sus Variations, Interlude et Finale sur un thème de Rameau[103]​ para el pianista Édouard Risler.Uno de los presentes era Claude Debussy, que quedó entusiasmado y gritó: «Vive Rameau, à bas Gluck».Todas sus grandes obras han sido repuestas y gozan siempre de un gran éxito, en especial, Les Indes galantes.
Jean Rameau (el padre) comenzó su carrera de organista en la Iglesia de Saint-Étienne de Dijon y aquí bautizó a su hijo Jean-Philippe.
Órgano de la Iglesia de san Eustaquio (París) , que Rameau tocó en algunas ocasiones
El compositor André Campra (1660-1744), heredero del arte de Lully, estimaba en mucho a Rameau y acogió muy favorablemente su tragedia Hippolyte et Aricie
Retrato de Rameau por Louis Carrogis Carmontelle
Al principio escéptico, Voltaire llegó a ser un admirador de Rameau a quien bautizó el «Euclide-Orphée». Su proyecto común, la ópera Samson , no fue jamás acabada.

Retrato de Voltaire en 1718 Taller de Nicolas de Largillière (1656-1746) París, Museo Carnavalet
Al principio seducido por la teoría de Rameau, d'Alembert acabará por tomar distancia y oponerse a ciertos aspectos

Retrato pintado en 1753 por Maurice Quentin de la Tour , Musée du Louvre
Busto de Rameau
Retrato de Rameau
Retrato de Rameau
Blasón elegido por Rameau: "De azur con una paloma de plata teniendo en su pico una rama de olivo de oro" («D'azur à una colombe d'argent tenant dans son bec un rameau d'olivier d'or»)
Collé, al principio libretista, después detractor
Traité de l'harmonie
Estatua de Jean-Philippe Rameau erigida en 1880 en Dijon, en la plaza que lleva hoy su nombre.