François Couperin

El padre transmitió el puesto de organista, hasta que el hijo pudiera hacerse cargo, a Michel-Richard Delalande.

De salud frágil y carácter poco mundano, Couperin realizó una carrera honesta de músico y profesor, apreciado por los grandes que solo le encontraban un rival, Louis Marchand.

Los títulos parecen anticipar la música programática, mientras que la escritura elegante, refinada y formal ofrece un modelo ejemplar del Barroco francés, definido por el estilo galante.

Couperin desarrolló en su madurez un estilo muy personal, hecho de una poesía discreta, una atmósfera elegíaca y de una técnica que no se deja jamás dominar por el virtuosismo o los efectos.

Durante su vida tuvo gran fama, pero, al menos en Francia, cesó con su muerte.

Perduró, sin embargo, en Alemania, gracias al interés que Johann Sebastian Bach mostró por su música.

Couperin es, ante todo, con Jean Philippe Rameau, el gran maestro del clavicémbalo en Francia, tanto por la cantidad de piezas que compuso como por su calidad.

Maestro incontestable del clavicémbalo, François Couperin adapta la "suite de danses" a su sensibilidad poética.

Estas 220 piezas para clavicémbalo las agrupa en veintisiete Ordres: Estos cuatro volúmenes de música para clavicémbalo contienen piezas que pueden tocarse como solista o bien como pequeñas obras de cámara.