[34][35] En la guerra intermitente que tuvo lugar durante los siguientes 15 meses (con varias treguas promovidas por la ONU), Israel conquistó un 26% adicional del antiguo mandato británico, mientras que Transjordania y Egipto ocuparon la parte restante destinada por la ONU al Estado árabe-palestino: Egipto ocupó Gaza y Transjordania se anexionó Cisjordania y Jerusalén Este, refundando el país con el nombre de Jordania.[38] Los motivos del ataque están más relacionados con intereses criminales que nacionalistas, pero se suele tomar como el comienzo de la Nakba.[40] Dos semanas después, el Lehi ataca una cafetería en Lifta y mata a seis árabes palestinos.[43] También en la primera semana de enero, miembros del Lehi con uniforme británico detonan un camión bomba en Jaffa y matan a 28 árabes palestinos.[44] A finales de enero, se calcula que unos 20.000 árabes palestinos habían abandonado sus hogares en Haifa.[49] Poco después, las fuerzas del EAL atacan infructuosamente el kibutz Mishmak haEmek y, tras su derrota, la Haganá ocupa varias aldeas árabes cercanas, expulsando o haciendo huir a sus habitantes hacia Yenín y demoliendo por completo todas sus casas.[54] Al día siguiente, la Brigada Guivati ataca Beit Daras, cuyos habitantes huyen a la cercana Isdud.[54] En Beisan, todos los árabes son expulsados de sus hogares y enviados a Nazaret o más allá del río Jordán.[59] En Aylut, las tropas israelíes ejecutan a 16 jóvenes aldeanos en los olivares cercanos y dinamitan las casas en las que encuentran armas.[59] Al día siguiente cae Nazaret, aunque sus habitantes no son expulsados posiblemente porque Ben Gurion temía la reacción del mundo cristiano ante tal eventualidad.Esta matanza acelera aún más si cabe el éxodo de la población civil árabe palestina.Sin embargo, las fuentes propalestinas, y, sobre todo, algunos de los llamados nuevos historiadores israelíes, han cuestionado este aspecto que, en cualquier caso, continúa siendo un tema controvertido.La UNRWA conjuntamente con una Comisión Técnica designada a tal efecto, presentaron ante La Asamblea General de la ONU, un informe, estimando la cifra en aproximadamente 711.000 árabes.Dicho informe deja constancia que estas cifras corresponden a las tarjetas de racionamiento otorgadas por cuestiones humanitarias.[80] Estableciendo como parámetros aquellos que se vieron perjudicados directamente, no siendo abarcativo a sus descendientes.Sólo un tercio de esos 700.000 (100.000 en Líbano, 60.000 en Siria, 70.000 en Transjordania, 7.000 en Egipto y 4.000 en Irak) son en rigor «refugiados» según la ONU.Sin que ello vaya en detrimento del desastre humano, a veces se ha reseñado como dato relevante para comprender su verdadero alcance, que tanto los refugiados como los desplazados permanecerán en el mismo dominio lingüístico, religioso y sociocultural.En este sentido, los árabes palestinos habrían dejado su tierra huyendo de estas futuras consecuencias.Citan estas fuentes también el maltrato por parte de los soldados árabes a sus correligionarios palestinos.Los líderes árabes montaron una campaña sosteniendo que los judíos realizaban expulsiones sistemáticas desde los primeros días de la guerra.[89] En esta ocasión, se argumenta que la invasión árabe, así como la rápida victoria judía provocó el miedo y posterior éxodo.[91] Consideran estas fuentes que los autores revisionistas han exagerado masacres por parte judía como la de Deir Yassin.[93] Otras fuentes árabes han sugerido subsecuentemente que el número puede haber sido incluso más bajo.Sin embargo, es consciente que éstos deben ser tomados con cuidado y entendidos con cautela.En ellos no encontraron una sola llamada al éxodo por parte de los líderes árabes y en cambio sí encontraron declaraciones de estos mismos líderes emplazando a la población árabe a quedarse en Palestina.[107] Ben-Gurión en sus Diarios de Guerra cita el episodio mencionando al jefe del gobierno militar, General Elimelekh Avner, quien le había informado de que ciertos rumores indicaban que las tropas israelíes habían asesinado a "70-80 personas".[108] Ben-Gurión admitió la investigación del suceso por parte de Hayim Moshe Shapira, sin embargo el documento producido por este se mantiene en secreto tras la decisión ministerial de Isaac Rabin, Moshe Arens, Avraham Sharir y la Corte Suprema Israelí.Según Morris (1995), Nahmani escribe "La vergüenza cubre mi rostro, me gustaría escupir en la ciudad y marcharme".En Saliha, Nahmani cuenta como los soldados volvieron a abrir fuego contra alrededor de 60 o 70 personas y añade:[113]Al mismo tiempo, el comité organizaba acciones destinadas a promover estos objetivos, como la destrucción de los pueblos árabes abandonados.