Abdelkader al-Husayni

Como otras personas de su familia, Abdelkader fue miembro del Partido Árabe de Palestina (al-Jizb al-'Arabi al-Filastini) y su secretario general, sirviendo además como redactor del periódico partisano Al-Liwa(لواء; "La Brigada").En los años 1936-39 los árabes palestinos, bajo la dirección del Alto Comité Árabe, un cuerpo dominado por el Gran Muftí Amin al-Husayni, Abdelkader al-Husayni mandó bandas irregulares de rebeldes al área de Jerusalén atacar personas y propiedades judías o británicas.Al cabo de la Revuelta, que fue un fracaso completo, todos los líderes huyeron fuera del mandato.Los militares iraquíes aprovecharon los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial para atraer respaldo alemán.La partición del mandato estaba planeado para el 14 de mayo de 1948, por ello los estados árabes no ingresaron fuerzas armadas al mandato hasta entonces para no causar un conflicto con Gran Bretaña.Si los vehículos que circulaban eran británicos (un convoy militar pasaba dos veces al día) no se producían ataques.Esta estrategia, basada en la sorpresa, la superioridad numérica, y una retirada rápida tras el ataque, tuvo mucho éxito e hizo aumentar la popularidad de Al-Huseyni entre los partidarios del Muftí.Al-Qastal (hoy la ciudad israelí Mevaseret Zion[8]​), a unos seis kilómetros de Jerusalén, era en 1948 un poblado árabe cuya importancia estratégica era, para la batalla de Jerusalén, incalculable (véase "aquí" un mapa en el que Qastel está marcada con la letra "F").En Damasco, donde se celebraba una reunión especial del Comité Operativo de la Liga Árabe a la que asistía Abdelkader Al Husayni, la noticia cayó como una bomba.Safwat, generalísimo del Ejército de Liberación Árabe, desconfiando del Muftí y sospechando que la situación de los partidarios del Muftí no eran tan desesperada como afirmaban, le negó su ayuda: Al Husayni respondió amargamente: Y ante la negativa de la Liga Árabe, que argumentaba que los combatientes de la "Guerra Santa" del Muftí eran bisoños y podían perder las armas modernas ante la Haganah, Al Husayni se despidió con un fúnebre presagio: Mientras tanto, la ofensiva iniciada por Kamal Irekat e Ibrahim Abu Dayieh, con unos cuatrocientos milicianos, había intentado desalojar al destacamento de la Haganah -unos setenta hombres, encabezados por Motke Gazit- que habían relevado al Palmach.El sobrino del Muftí no podía ni soñar en hacer frente al despliegue judío.Los judíos, superados por una fuerza más de diez veces superior, y dando la plaza por perdida, evacuaron Qastel.Pese a todos los intentos de Abu Dayieh para evitarlo, los milicianos abandonaron Qastel en los dos días siguientes, permaneciendo apenas cincuenta hombres para resistir el contrataque judío.Según Lapierre y Collins, "Los árabes celebraron aquel día los funerales más grandiosos desarrollados en Jerusalén, desde hacía varias generaciones".La muerte o desaparición del comandante provocaba, a menudo, el desfondamiento de las tropas.Ni siquiera luchadores valientes y admirados, como Abu Daryeh, Fawzi al-Qawukji o Hassan Salameh, consiguieron evitar la desmoralización y desbandada palestina cuando se encontraron con ofensivas bien organizadas de los judíos.En un mes los árabes perdieron todas las ciudades importantes de población mixta, salvo Jerusalén (y aún esta ciudad se puede decir que fue gracias a la Legión Árabe de Transjordania, una fuerza entrenada y organizada por los británicos).Las milicias irregulares no representaron mayor amenaza para los judíos, y cuándo en el 15 de mayo Israel declaró su independencia los estados árabes tuvieron que cargar con el esfuerzo de derrotar al nuevo estado.[14]​[15]​ Faisal Husseini fue conocido por sus actividades entre los árabes de Jerusalén Este antes y durante la Primera Intifada.