Al proclamarse la República Socialista una de sus primeras acciones fue disolver el Congreso Termal (1932).
Aquellos escaños destacados con color oscuro, son los elegidos en este período, aunque no democráticamente, ya que este Congreso Termal tuvo la oportunidad de llegar a las urnas, al haber tantos candidatos como cupos a escoger, por lo que de acuerdo a un resquicio legal constitucional, la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo decidió manipular el poder Legislativo.
La crisis económica que afectaba a todo el mundo occidental y más crudamente a Chile que no se encontraba preparado y casi agotado tras la pérdida de las ventas del mejor producto chileno, el salitre, la situación política y social de Chile era también precaria.
Sin embargo, el gobierno de Juan Esteban Montero no fue muy raudo en solucionar los problemas del país.
Asumen labores ministeriales el principal gestor de la jornada, el comodoro del aire Marmaduque Grove Vallejo (en Defensa), además de Óscar Schnake Vergara (Secretaría General de Gobierno), Eugenio González (Educación), Luis Barriga Errázuriz (Relaciones Exteriores), Alfredo Lagarrigue (Hacienda), Óscar Cifuentes Solar (Salud) y Carlos Alberto Martínez (Tierras y Colonización).