De acuerdo con la cosmogonía inca, Viracocha puede ser asimilado a Saturno, el "dios viejo", el hacedor del tiempo o "deus faber" (dios hacedor), correspondiente al planeta visible con la revolución más larga alrededor del Sol.
[16] Cuando los primeros cronistas llegaron a América, el castellano estaba en plena evolución y su alfabeto aún carecía de normativa.
Cabe resaltar que Titu Cusi, trascribe siempre el nombre como "Wiraquchan", el cual posee la "n" de posesivo en tercera persona y cuyo significado es lit. "Su fuente de lo vivo".
[17][18] Según el cronista español Pedro Sarmiento de Gamboa, Viracocha significa “grasa o espuma del mar” porque cuando el dios salió del lago Titicaca con sus criados, fueron caminando sobre las aguas como espuma.
[21] El lingüista peruano Alfredo Torero plantea que 'wira' es metátesis de 'wari' = Sol en pano; por otro lado, 'qucha' es lago en cualquier variante del quechua.
[28] Históricamente la deidad de los báculos es adorada en la meseta del Collao desde tiempos anteriores a los tiahuanacotas y aparece posteriormente en los wari.
[28] En la mitología incaica, Huiracocha (en quechua, Wiraqucha) era la invisible y abstracta divinidad creadora de la cosmovisión andina.
[cita requerida] En realidad fue la primera divinidad de los antiguos tiahuanacos, que provenían del Lago Titicaca.
[cita requerida] Se cree que interviene en tiempos de crisis pero también es visto como un héroe cultural.
[31] Los aspectos que se superponen en el panteón superior que consiste de Huiracocha, Punchao, Inti, e Illapa, podrían derivarse de una sola entidad del dios del cielo y la tormenta.
[32]Henrique Urbano destaco que viracocha poseía cuatro aspectos, porque es un dios único y polimórfico: Pachayachachi, chinchaysuyu; Tunupa, collasuyu; Imaymana, andesuyu; Tocapu, contisuyu.
Hizo a la humanidad al respirar en las piedras, pero su primera creación fueron gigantes sin cerebro que le desagradaron.
[36] Viracocha finalmente desapareció a través del océano Pacífico (caminando sobre el agua) y nunca regresó.
Muchos, sin embargo, se negaron a seguir sus enseñanzas, volviéndose guerreros y delincuentes; Viracocha lloró cuando vio la difícil situación de las criaturas que había creado.
En esta leyenda, destruyó a las personas alrededor del lago Titicaca con un Gran Diluvio llamado Unu Pachakutiy, que duró 60 días y 60 noches, salvando a dos para llevar la civilización al resto del mundo.
Estos dos seres son Manco Cápac, hijo de Inti (a veces tomado como hijo de Viracocha), cuyo nombre significa 'fundación espléndida',[cita requerida] y Mama Ocllo, que significa 'fertilidad madre'.
[cita requerida] Estos dos fundaron la civilización inca llevando un bastón de oro, llamado Topayauri.
Él hace que una lluvia de fuego caiga del cielo y muchos mueren.
Después de crear el mundo y la gente, Huiracocha continúa su viaje para realizar milagros e instruir a sus criados.
Huiracocha emerge del lago Titicaca y crea una raza de hombres.
Otra vez, hace hombres y crea las varias provincias del Perú.
La adición del nombre de Huiracocha para adorar ese ídolo muestra que fue invocado y respetado.
El mito que sigue explica las hazañas de Cuniraya Huiracocha y la manera en que él engaña a la huaca Cahuillaca: Todas las huacas la deseaban, pero ella nunca se había acostado con ninguno.
Un día, Cuniraya Huiracocha se transformó en un pájaro y plantó su germen masculino en una fruta.
Cahuillaca comió la fruta y se quedó embarazada sin haber tenido relaciones sexuales.
Cuniraya Viracocha intentó encontrarla y le pidió ayuda a varios animales, pero llegó demasiado tarde.
Ellos adoraban al Dios, el creador, y no a los ídolos, demonios o huacas.
[45] Pero los intérpretes españoles atribuyeron la identidad del creador supremo a Viracocha durante las primeras décadas de la colonización.
[20] En el Tahuantinsuyo, el culto a Huiracocha fue muy restringido, pues aparte del templo de Kisoar Kancha eran pocos los santuarios dedicados en su honor y todos estaban localizados en la zona del Cuzco.
Estas estatuas las va situando Huiracocha en los sitios correspondientes y, a medida que les da nombre, se animan y toman vida en la oscuridad del mundo primigenio (ñawpa pacha), porque todavía no se ha ocupado el dios de dar la luz a la Tierra, solamente iluminada por el resplandor del Titi, un puma salvaje y ardiente que vive en la cima del mundo, seguramente el jaguar que se entremezcla con otros animales en las representaciones totémicas del Imperio inca y de las culturas preincas anteriores.