Urpayhuáchac

En total, eran cinco hermanas, las cuales son: Chaupiñamca (la mayor), Llacsahuato, Mirahuato, Urpayhuáchac y Lluncuhuachac (posiblemente la menor).

En algunos textos de Huarochirí, a Urpayhuáchac se la suele confundir erróneamente con las diosas Cahuillaca y Lluncuhuachac.

[1]​ Según el manuscrito, Urpayhuáchac era la esposa del dios Pachacámac y ambos poseían sus propias islas; sin embargo, cuando Urpayhuáchac hace su primera aparición en la historia de Cahuillaca, Pachacámac fue limitado a solo ser mencionado durante dichos eventos.

Cuando quiso hacer lo mismo con la menor, esta se transformó en paloma y escapó volando lejos del encolerizado Cuniraya.

A continuación, se narra lo siguiente: Dicen que, en tiempos muy antiguos, el dios Cuniraya Huiracocha, convertido en hombre de aspecto pobre, andaba paseando con su capa y su cusma hechas harapos.

Con nada más que arrojar una flor de cañaveral llamado pupuna (objeto comparado a una lanza) abría un acueducto desde su fuente.

Como ella era muy hermosa, todos los huacas y huillcas la anhelaban fervientemente; sin embargo, esta diosa siempre los rechazaba.

Como había allí una lúcuma madura, depositó su simiente en ella y la hizo caer cerca de la mujer.

Al ver la apetecible fruta, la diosa Cahuillaca, contenta y libre de sospechas, se la comió.

Así quedó encinta sin que ningún hombre hubiera llegado hasta ella.

Nueve meses más tarde, como suelen hacer las mujeres, Cahuillaca también dio a luz, aunque fuese todavía doncella.

La curiosidad siempre estaba presente en la diosa, pues se preguntaba de quién podía ser hijo.

Cuando llegaron al lugar donde residía esa mujer, todas los huacas y los huillcas se sentaron; entonces ella les habló: “¡Miradlo!

Cuniraya Huiracocha, como suelen hacer los muy pobres, se había sentado a un lado; despreciándolo, Cahuillaca no se dignó en preguntarle a él, pues le parecía imposible que su hijo hubiera podido ser engendrado por aquel hombre pobre, habiendo tantos varones agraciados presentes.

En este punto, Cuniraya se encuentra con diversos animales, los cuales según la respuesta que le den, el dios los recompensaba o los maldecía.

De esta forma, el dios llegó hasta la orilla del mar; desde allí, Cuniraya nadó hacia las islas Pachacámac.

Poco antes, la diosa Urpayhuáchac había entrado en el mar para visitar a Cahuillaca.

Cuando quiso hacer lo mismo con la menor, esta se transformó en una paloma y alzó el vuelo.

Sin embargo, el astuto Cuniraya salió ileso del engaño y logró escapar.

Asimismo, esta interpretación considera que los movimientos del astro rey están personificados por Cuniraya en el mito; puesto que, al inicio de la historia, Cuniraya se muestra como un hombre de aspecto andrajoso pero poderoso (amanecer).

Esto es interpretado en como las fuerzas de ambas deidades no se imponen venciéndose entre sí; caso contrario implicaría una catástrofe cósmica.