[2] Los personajes que se ven descritos en el texto son, principalmente, dioses o wakas (montañas que poseen el espíritu de un dios) como Pariacaca y Huallallo Carhuincho.Durante siglos, el manuscrito estuvo olvidado y archivado junto a otros documentos de Ávila.Estas huacas lucharían por este título, lo que les permitió transmitir fuerza vital a los humanos.Las primeras huacas mencionadas son las antiguas Yanañamca y Tutañamca, de las cuales se sabe poco.En su época, la región tenía loros rojos y amarillos, la cosecha podía realizarse cinco días después de la siembra y la gente volvía a la vida cinco días después de morir.[8] Huallallo fue depuesto por los Pariacaca y desterrado a la región de los Antis junto con sus loros.[8] Los incas también introdujeron otras huacas, una de las cuales, Cuniraya Huiracocha, también se menciona en el primer capítulo del manuscrito.[8] Este capítulo presenta temas encontrados en muchas mitologías: dioses omnipotentes y vírgenes embarazadas.Cahuillaca estaba consternada por haber dado a luz al hijo de un hombre aparentemente humilde.Cuniraya reveló su verdadero yo, iluminando la tierra, pero Cahuillaca, de espaldas, no se dio cuenta.[13] Finalmente Cuniraya llegó a la costa, cerca del templo de Pachacamac, pero ni Cahuillaca ni su hijo estaban allí; se habían convertido en dos islas, que permanecen hasta el día de hoy.Cuniraya fue al templo, donde permanecieron dos de sus hijas, custodiadas por una serpiente mientras su madre visitaba las nuevas islas.Cuniraya, enojado porque la madre estaba visitando las islas que se habían escapado de su alcance, violó a la hija mayor y trató de violar a la menor, pero ella escapó transformándose en paloma y huyendo.Ella le dijo que deseaba quitarle las pulgas, con la esperanza de engañarlo y golpearlo con una piedra.El personaje central es una llama, que no pudo migrar porque estaba siendo dirigida por su dueño.Ordenó que su amo empacara comida por cinco días y lo llevara al cerro Huillcacoto.La cúspide de dicha montaña albergó a tantos animales que dejaron muy poco espacio para el zorro.Sucedió que un hombre pobre y humilde, Huatiacuri, pasó por el camino del océano.[15] Armado con esta información, Huatiacuri se acercó a la casa y preguntó si alguien dentro tenía alguna enfermedad que necesitara cura.(El autor del manuscrito se señaló a sí mismo que deberían intentar encontrar la ubicación de este manantial).
Final del capítulo 1 del manuscrito: “Coniraya Viracocha runacamac pachacamac yma aycayuc cammi canqui campam chacraiqui campac runayqui” (“Cuniraya Viracocha, hacedor del hombre, hacedor del mundo, tú tienes cuanto es posible tener, tuyas son las chacras, tuyo es el hombre”, según Arguedas 1966)
Capítulo 2 del manuscrito (cuniraya vira cochap causascan - la vida de Cuniraya Viracocha)