Gheorghe Tătărescu

Representante de la facción llamada «jóvenes liberales» dentro del Partido Nacional Liberal) (PNL), Tătărescu comenzó su carrera como colaborador de Ion G. Duca, destacando por su anticomunismo y, más adelante, por su enfrentamiento con el dirigente del partido Dinu Brătianu y el ministro de Asuntos Exteriores Nicolae Titulescu.Al comenzar la Segunda Guerra Mundial, Gheorghe Tătărescu trató de reunir a las fuerzas políticas opuestas a la dictadura del mariscal Ion Antonescu y buscó la alianza con el Partido Comunista Rumano (PCR).Tras la toma del poder por los comunistas fue arrestado y encarcelado como prisionero político, llamado a declarar en el juicio contra Lucrețiu Pătrășcanu, muriendo al poco de ser liberado.Nacido en Târgu Jiu, Tătărescu estudió en el Instituto Carol I de Craiova.[4]​ Se contó entre la fracción del partido que recibió el nombre de «jóvenes liberales», que apoyaba la libertad de comercio y un gobierno más autoritario sostenido por la figura del rey Carol II, en oposición tanto a los dirigentes de mayor edad del partido (defensores del proteccionismo y una democracia más liberal) como a la agrupación disidente encabezada por Gheorghe I. Brătianu (véase Partido Liberal Nacional-Brătianu).Entre 1924 y 1936, al contrario de la posición que sostuvo tras la Segunda Guerra Mundial, mantuvo una actitud de intenso anticomunismo, oponiéndose al Partido Comunista Rumano (PCdR, más tarde PCR),[8]​ recomendando y consiguiendo que fuese prohibido, basándose en la oposición de los comunistas a la ampliación territorial rumana tras la Primera Guerra Mundial («Gran Rumanía») y aduciendo que el apoyo del Comintern a la revuelta de Tatar-Bunar probaba el espíritu imperialista del comunismo.[14]​ Esta situación se debió en parte a las políticas económicas defendidas por Tătărescu: el impulso del Estado al desarrollo económico, su conversión en un consumidor principal de la producción del país o la aceleración de la industrialización, controlada en gran parte por una camarilla cercana al rey compuesta por figuras como Aristide Blank, Nicolae Malaxa o Max Auschnitt.Este cambio produjo gran sensación y la protesta de la mayoría del cuerpo diplomático rumano, contrario a la medida.[24]​ Su propio partido, no obstante, acusó a Tătărescu de abandonar la política tradicional del país.[22]​ Las elecciones de 1937 originaron una situación inaudita en Rumanía: aunque el partido del Gobierno logró una mayoría de votos (cerca del 36 %), no logró el mínimo necesario (40 %) para obtener la amplia mayoría absoluta que la ley garantizaba a la formación política que llegase al umbral requerido.[48]​ Se supone que su expulsión se debió a la recomendación del dirigente del PNȚ Iuliu Maniu, que fue el aliado político más cercano a Dinu Brătianu (adversario de Tătărescu) durante los años siguientes.[1]​ Junto a Alexandru Vaida-Voevod y a Constantin Argetoianu (al que había sucedido al frente del Gobierno), Tătărescu fue una de las figuras más destacadas entre los políticos que decidieron apoyar el régimen real.Su Gobierno firmó un acuerdo económico con Alemania por el que casi todas las exportaciones rumanas se dirigirían a este país.[60]​ Apartado de la política durante la guerra, apoyó inicialmente la dictadura proalemana del general Ion Antonescu.[59]​ En esa época, su hija Sandra Tătărescu Negropontes sirvió como conductora de ambulancias en la Cruz Roja rumana.A la vez que trataba con el PCR, intentó lograr apoyos internacionales para la postura de Rumanía ante la inevitable derrota, carteándose con Edvard Beneš, presidente del Gobierno checoslovaco en el exilio en Gran Bretaña.[61]​ Beneš, que ya había tratado los asuntos rumanos con Richard Franasovici y Grigore Gafencu y había dado su apoyo a la causa rumana, informó a los Aliados de las pretensiones de Tătărescu.[45]​ Aunque al principio Iuliu Maniu y Dinu Brătianu rechazaron su iniciativa ya que preferían apoyar las negociaciones de Știrbey, Tătărescu consiguió más adelante su colaboración cuando Știrbey fracasó.[61]​ El BND logró derrocar a Antonescu mediante un atrevido golpe de mano del rey Miguel en agosto de 1944, que arrestó al dictador durante una audiencia real.Tătărescu volvió al PNL avanzado 1944, una vez que el ejército soviético había entrado en Rumanía.[68]​ Su partido obtuvo otras cuatro carteras en el Consejo de Ministros: Hacienda (que desempeñaron sucesivamente tres miembros de la agrupación, siendo Alexandru Alexandrini el último), Obras Públicas (Gheorghe Vântu),[69]​ Industria (Petre N. Bejan) y Asuntos Religiosos (Radu Roșculeț).[79]​ A la vez, no obstante, presentó sus propias críticas al gobierno de Groza, que le acarrearon duros ataques de la prensa del PCR, dirigida por Miron Constantinescu.[75]​ Tătărescu dimitió al día siguiente y fue sustituido por la comunista Ana Pauker, a la vez que sus compañeros liberales abandonaban también el Gobierno.[2]​ Sandra Tătărescu Negropontes fue encarcelada también en 1950 y liberada tres años más tarde, tras la muerte de Iósif Stalin.[89]​ Según Sanda Tătărescu Negropontes, su muerte se debió a la tuberculosis que había contraído en prisión.
Carol II junto al patriarca ortodoxo Miron Cristea , primer ministro del primer gabinete de la dictadura real, que Tătărescu apoyó.
La «Gran Rumanía» de entreguerras, con el norte de Transilvania cedido a Hungría en amarillo.
Rumanía durante la Segunda Guerra Mundial, tras la pérdida del norte de Transilvania ( Primer arbitraje de Viena ), del sur de Dobrudja ( Tratado de Craiova ) , la recuperación de Besarabia y del norte e Bucovina y de la ocupación de Transnistria .
Tătărescu aliado de los comunistas: manifestación de dirigentes de la izquierda rumana en noviembre de 1945. En el centro, con gabardina y bastón, Groza ; a su derecha, Gheorghiu-Dej y Tătărescu, dirigiéndose a Groza.