Kamil Krofta

Estaba especializado en la historia medieval tardía checa, especialmente la del campesinado y la Iglesia.

En 1920, fue el primer enviado checoslovaco ante la Santa Sede y desempeñó un papel decisivo en el reconocimiento de ambos Estados.

Desde 1922 hasta 1925, fue enviado checoslovaco en Viena, tarea que compaginó con las clases en la Universidad Comenius de Bratislava.

Fue detenido en 1944 e inicialmente recluido en la cárcel de Pankrác.

Murió en Praga unos meses después como consecuencia del maltrato y de las malas condiciones que había soportado durante el encarcelamiento.