Ofrece muchas carreras y es la única facultad en Europa que enseña todas lenguas habladas en los estados miembros de la Unión Europea.
El primer estudiante que se licenció fue Jindřich z Libušic en 1359.
Su actos fueron condenados y él mismo fue quemado en la hoguera acusado como hereje.
Y durante los próximos 130 años la universidad fue estrictamente católica.
La más importante era la Cátedra de la Lengua y Literatura Checa, fundada en 1792.
La ideologización violenta y los empleados que presentaron su renuncia empeoraron la situación.
En los años sesenta algunas personajes volvieron a la facultad – Jan Patočka, Karel Krejčí y Václav Černý.