Estado Nacional Legionario

[5]​ Las pérdidas territoriales habían reducido la producción agrícola y esta mengua, a su vez, causó una gran inflación.

[8]​ En el encuentro con este, Antonescu solicitó su acuerdo para expulsar a los legionarios del Gobierno y recibió la aquiescencia de aquel.

[17]​ Días más tarde, por los Acuerdos de Craiova, Rumanía cedió la Dobruya meridional a Bulgaria.

La política del rey quedó completamente desacreditada y comenzaron grandes manifestaciones que exigían su abdicación.

[18]​ Una vez aceptado el encargo después de superar ciertas reticencias, Antonescu exigió la abdicación del rey,[19]​ que acabó concediéndola[3]​ por la falta de apoyo tanto popular como entre los partidos políticos y se exilió el día 6.

[21]​[3]​[4]​ El mismo día, Rumanía fue declarada «Estado nacional-legionario»,[3]​ con un único partido reconocido, la Guardia.

[21]​[22]​ Se había nombrado al general «caudillo» de la Guardia, mientras que Sima seguía siendo su «comandante».

[24]​ Paradójicamente dada la cercanía ideológica, los alemanes no insistieron en el control de la Guardia sobre el gabinete, temerosos de que las medidas económicas que pudiesen tomar les perjudicasen.

[6]​ Los representantes alemanes, por el contrario, dejaron clara a Antonescu su preferencia por que los principales ministerios quedasen fuera del control los legionarios, a los que recomendaron cooperar con el general.

[26]​ La principal corriente la presidía Horia Sima, de escasa talla política y mal valorado por los alemanes, pero que trataba de presentarse como sucesor legítimo y representante del fallecido Codreanu.

[5]​ Las pérdidas territoriales habían reducido la producción agrícola y esta mengua, a su vez, causó una gran inflación.

[28]​[31]​ Relativamente autónomo, llevó a cabo una gran actividad, fundamentalmente social (creación de cooperativas, cantinas, depósitos...).

[28]​ A la principal organización estudiantil del país se le impuso un presidente legionario.

[5]​ En parte más importante como gesto hacia la población más desfavorecida que por su gran eficacia y no libre de desorganización o abusos, le granjeó, no obstante, un notable apoyo social.

[32]​ Los desmanes de los legionarios —que incluían palizas, secuestros, ventas forzadas o castigos medievales a sus víctimas—[33]​ afectaron a los ciudadanos extranjeros residentes en el país,[39]​ lo que causó la protesta de las embajadas.

[32]​ Sus antiguos rivales de la LANC también sufrieron acoso, así como los nacional-campesinos o los liberales.

aunque la mayor cantidad de tropelías se cometieron contra la población judía.

[29]​ En política exterior, se enfrentó continuamente al ministro de Asuntos Exteriores legionario, el príncipe Sturdza, empeñado en cambiar al personal del ministerio tanto en el extranjero como en la propia Rumanía.

[34]​ Esta fuerza, con uniforme particular y en parte motorizada, fue causa de numerosos desmanes —en especial hacia la población judía—.

[50]​ Las matanzas, aunque amedrentaron a la burguesía rumana, no perjudicaron a la popularidad de la Guardia,[53]​ ni se detuvieron;[nota 3]​ durante diciembre se extendieron[54]​ las atrocidades contra los judíos tanto en la capital como en las provincias, así como los abusos de los representantes legionarios.

[43]​ Los disturbios causados por las actividades de los legionarios tampoco complacían a los alemanes, preocupados por sus efectos en la economía que deseaban explotar en su beneficio.

[63]​ En general, las organizaciones del partido nazi favorecían a la Guardia,[64]​ mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores y los mandos militares mostraban su preferencia por Antonescu.

[65]​ La rivalidad con la Unión Soviética y Hungría hacía que sólo una política favorable a Alemania pareciese permitir la defensa del país.

[66]​ Por otra parte, la Guardia de Hierro siempre había declarado su favor por las potencias fascistas.

[65]​ En esta situación, Antonescu decidió estrechar los lazos políticos y económicos con el Reich.

[27]​ El 4 de diciembre, Alemania y Rumanía firmaron un nuevo acuerdo económico que alineó aún más la economía rumana al esfuerzo bélico alemán, aunque también produjo beneficios para aquella.

[9]​[80]​[81]​[82]​ Estas medidas, rechazadas por la Guardia,[79]​ aceleraron la rebelión legionaria en preparación,[81]​ que estalló entre el 21 y 23 de enero.

[9]​[83]​ La noche del 20, los legionarios tomaron edificios estratégicos[80]​ en la capital y otras ciudades.

[84]​[nota 5]​ La población judía sufrió especialmente la brutalidad de los legionarios, que cometieron salvajes asesinatos.

[9]​ Ese mismo día, la rebelión se había extendido a todo el país.

Pérdidas territoriales en el verano de 1940 que precipitaron la abdicación de Carlos II y la toma del poder por Antonescu en coalición con la Guardia de Hierro .
El rey Carlos II junto al historiador Nicolae Iorga , asesinado en noviembre por la Guardia de Hierro . Los reveses en política exterior que condujeron a cuantiosas pérdidas territoriales durante el verano de 1940 hundieron su reputación y forzaron su abdicación a comienzos de septiembre.
Manifestación de la Guardia en Bucarest. Las marchas multitudinarias se sucedieron durante el periodo.
El general Ion Antonescu (izquierda), junto al dirigente de la Guardia Horia Sima en un homenaje al fallecido fundador de esta, Corneliu Zelea Codreanu , en octubre de 1940, pocas semanas después de la proclamación del Estado legionario. A pesar de la apariencia de cordialidad, ambos sostuvieron una lucha soterrada por el poder que acabó en el enfrentamiento de enero de 1941.
Antonescu junto a Hitler en 1941.
Legionarios rindiéndose a las tropas tras el fracaso de la revuelta de la Guardia contra Antonescu a finales de enero de 1941.