Caso Tămădău

Su presidente, Iuliu Maniu ya había recibido ataques de los medios de comunicación afines al gobierno procomunista por haber apoyado los intentos del dictador Ion Antonescu de firmar una paz separada con el Reino Unido y los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, ignorando a la Unión Soviética (véase Rumania durante la Segunda Guerra Mundial).[10]​ La prensa pro-comunista exigió un juicio a todo el PNŢ (en particular por Silviu Brucan), y se afirmó que el propio Maniu, aunque no había sido arrestado en Tămădău, había planeado la fuga de sus correligionarios.[10]​ Detenido cuando se hallaba bajo tratamiento en un sanatorio,[11]​ Maniu más tarde lo admitió e indicó que estaba dispuesto a asumir toda la responsabilidad:[8]​ Negó, sin embargo, cualquier intención subversiva:[8]​ El mismo día (14 de julio de 1947), las autoridades irrumpieron en la sede del PNŢ y confiscaron los documentos del archivo, acción seguida por otros registros en busca de documentos en diferentes lugares.[14]​ Todos los involucrados y aquello que se sospechó que lo habían estado fueron condenados a severas penas de trabajos forzados: Maniu murió en la cárcel de Sighet en 1953, y Mihalache en Râmnicu Sărat diez años después.Constantin Titel-Petrescu, cabeza de la rama independiente del Partido Social Demócrata (que se había negado a continuar la cooperación con los comunistas), también fue implicado en el juicio - se concluyó que había participado en la planificación del incidente Tămădău, y más tarde se le juzgó y condenó sobre la base de esta y otras acusaciones.[17]​ El diplomático Neagu Djuvara, mencionado durante los juiocios y que se encontraba destacado en la legación rumana en Suecia optó por no regresar a su país.
Iuliu Maniu en el alegato final de su juicio, en noviembre de 1947, en el que fue condenado a cadena perpetua.