Para los bolcheviques más moderados, este nuevo Gobierno provisional garantizaría la elección y reunión de la Asamblea Constituyente.
[47] Las tropas que habían sido más leales durante la supresión del levantamiento de julio, entre ellas los cosacos,[48] declararon su neutralidad o se alinearon con el Sóviet.
[49] Más tarde el gabinete se reunió y decidió hacer un llamamiento a la población para que respaldase las acciones de los bolcheviques y dejase su trato al Gobierno, que confiaba en contar con la fuerza necesaria, según los informes del coronel Polkóvnikov, recientemente nombrado comandante del distrito militar de la capital.
[56][57] En los días anteriores a la toma del poder por los bolcheviques, el Gobierno de Kérenski no logró detener su debilitamiento.
[64] El CMR dio orden asimismo a los arsenales[61] de no suministrar armas o municiones sin su permiso.
Algunas unidades se movilizaron y decidieron permanecer en alerta hasta el comienzo del Congreso de los Sóviets.
[74] Con las partes en desacuerdo, la conferencia resultó un fracaso; cinco días más tarde, el 5.º Ejército de Cheremísov eligió un nuevo comité con mayoría bolchevique.
[82] Durante los días siguientes, la milicia mantuvo sus actividades policiales y no participó en la defensa del Gobierno provisional.
[81] Por la tarde, se supo que las tropas que habían de acudir a la capital para socorrer al Gobierno se habían pasado a las filas del Comité o estaban siendo retenidas lejos de la ciudad por los partidarios del mismo.
[105] Mientras, Vladímir Lenin, aún escondido en la capital, observaba con inquietud los últimos acontecimientos;[106] sin entender por qué sus correligionarios no acababan definitivamente con el Gobierno de Kérenski sin esperar a la apertura del congreso, solicitó infructuosamente al partido permiso para acudir a Smolny.
[112] A las 1:30 a. m., marinos, soldados del Regimiento Kexholm y Guardias rojos tomaron la oficina central[113] de correos.
[118] El Gobierno carecía para entonces, sin embargo, de luz y teléfono en los edificios que todavía controlaba.
[132] A lo largo del día, las fuerzas del CMR tomaron los últimos edificios relevantes aún controlados por el Gobierno: la prisión de Krestý[133] tuvo que liberar a los seis presos que tenía por agitación y el Palacio Mariinski, sede del Preparlamento, quedó rodeado y este poco después disuelto después de protestar formalmente —no se detuvo a ninguno de sus miembros—;[125][134] las oficinas oficiales cerraron así como los colegios.
[137] Antónov-Ovséyenko, miembro bolchevique del CMR, comunicó el plan a los comisarios de regimiento: se presentaría un ultimátum al Palacio y, en caso de no ser aceptado a tiempo, la Fortaleza realizaría una señal con un farol rojo para comenzar el bombardeo.
[147][134] Los ministros se volvieron a reunir precipitadamente abandonando su cena para rechazar la exigencia de rendición y decidir no responder al ultimátum.
[167] El apoyo a los bolcheviques había crecido espectacularmente en los últimos meses antes del congreso, aunque no contaban con mayoría absoluta[145] entre los delegados.
Por último, las fuerzas armadas quedaban bajo la dirección de un triunvirato formado por Vladímir Antónov-Ovséyenko, Pável Dybenko y Nikolái Krylenko.
[206] Por esas fechas, acabó la primera fase de la extensión del Gobierno bolchevique, que solo se reanudó dos semanas más tarde.
[219] El grueso de las fuerzas opuestas a los bolcheviques lo formaban las academias militares, más importantes y cohesionadas que en Petrogrado.
[225] La noche del día 11, se proclamó una tregua gracias en parte a Vikzhel, el comité ejecutivo nacional de ferroviarios.
[230] Los enfrentamientos se retomaron la noche del 12 de noviembre y continuaron durante los tres días siguientes,[215] con las fuerzas antibolcheviques ya a la defensiva.
[230] La resistencia de estas fue tenaz,[224] hasta verse reducidas al ayuntamiento,[231] la Academia militar Aleksándrov y el Kremlin.
[233] Aunque los organismos públicos anteriores a los sóviets fueron en general muy críticos con la asunción de la autoridad gubernamental por los bolcheviques, no ofrecieron una resistencia efectiva.
[234] En Estonia, nacionalistas y prosoviéticos se enfrentaron hasta la ocupación del territorio por tropas alemanas en febrero de 1918.
),[236] en la que proclamó su autoridad en la región,[236] aunque no aún la independencia, sino solamente la autonomía, en el seno de una Rusia federal.
[238] Aunque favorables en general a un Gobierno soviético, las tropas solían preferir uno de coalición socialista y no exclusivamente bolchevique.
[239] Aunque el apoyo fue más decidido en los frentes cercanos a la capital que en los más alejados, a final de año el Ejército en su conjunto había aceptado al nuevo Gobierno y sus adversarios no podían contar con las unidades militares para oponérsele.
[242][243] Se indicó a los regimientos que eligiesen delegados para empezar las negociaciones con las unidades opuestas de los Imperios Centrales.
[253] Tanto el Gobierno como la Comisión Militar Revolucionaria utilizaron la fuerza contra los opositores y los sospechosos de serlo.
[257] Se crearon tribunales revolucionarios, formados por un juez y seis jurados elegidos por los sóviets, para tratar los delitos considerados contrarrevolucionarios.