Estos cambios, impulsados por la facción conocida como patriota exaltada, no se realizaron sin la oposición de los realistas, que defendían la unión con la metrópoli.En el ámbito político, fue también fundamental la presencia y actuar del bando moderado, que buscaba una situación intermedia.Con esto, el bando independentista o patriota aceleró las reformas que sentaron el objetivo claro de un país independiente.Frente al triunfo realista, ambos bandos se volvieron a enfrentar en la batalla de San Carlos, en que las fuerzas patriotas vencieron, logrando el repliegue del ejército realista a la ciudad de Chillán.Sin embargo, el pacto no se llevó a cabo en la práctica y solo proporcionó una instancia de tregua momentánea, la que fue rápidamente rechazada por el Virrey Abascal, quien comisionó al general Mariano Osorio para reiniciar las acciones.