Posteriormente, ingresó al Seminario Conciliar Colegio Azul, donde estuvo nueve años, pues pensó tener vocación sacerdotal, y se recibió dos años más tarde de la primera tonsura y órdenes menores.
[2] Se dedicó a la agricultura en la hacienda de su padre y más tarde en otras que tomó en arriendo.
Desarrolló ambas actividades durante toda su vida y construyó una considerable fortuna.
Debió enfrentar el bloqueo napoleónico que le causó muchos problemas y, tras la Reconquista española, debió reestructurar sus negocios y cimentar un nuevo proyecto en 1817, la llamada «Compañía de Calcuta».
Excitó el espíritu público de los ciudadanos, promovió donativos voluntarios para subvenir los gastos extraordinarios, levantó batallones y proveyó de municiones y víveres al ejército.
Ese mismo día se decretó «concluidas las desavenencias interiores de las provincias y restablecida su libre comunicación y comercio», pero la situación en el país distaba de ser apacible.
Sin embargo, la asamblea provincial quiso conservar su existencia y autonomía hasta la formación de un nuevo congreso constituyente.
Pretendían instalar una nueva junta, con representantes de las tres grandes provincias del Estado que convocase a un congreso nacional.
[13] O'Higgins había decidido dejar el país y trasladarse a Perú.
Freire, llegado a Valparaíso desde el sur, lo hizo arrestar para que respondiera por los actos de su gobierno.
Al enterarse, la junta intentó parlamentar enviando como delegado a Joaquín Campiño.
[3] Tras la muerte de Eyzaguirre, su patriotismo fue prontamente reconocido por el Congreso Nacional.