El reglamento estableció Chile como una monarquía constitucional, con Fernando VII como su rey nominal, pero cortó todo otro lazo con las autoridades peninsulares, y configuró un poder ejecutivo que gobernaría a nombre del rey con completa autonomía.
[1] Es considerado como el primer texto oficial que manifestaba una velada declaración de independencia.
El Reglamento incluye conceptos políticos modernos como soberanía nacional, régimen representativo, división de poderes públicos y garantías individuales, entre otros elementos.
[3][1] Este texto plasma las ideas de los llamados "exaltados" liderados por Carrera y son el primer indicio de un movimiento emancipador, contrario a aquellos que creían en un gobierno provisional hasta la restauración monárquica.
[2] Una Junta Superior Gubernativa tendría a su cargo el gobierno interior y las relaciones exteriores.
Dichos miembros se turnarían en la presidencia de la junta por cuatrimestres, y no podían ser reelegidos hasta pasados los tres años.