Juan Antonio Ovalle

[4]​ Era un respetado miembro de la sociedad de principios del siglo XIX, y se le apodaba el «maestro», debido a su cultura y conocimientos.Preocupado por la situación en España y la invasión francesa a manos de Napoleón, durante un viaje a los baños de Cauquenes, realizado alrededor de febrero de 1810, manifestó su opinión sobre la posición que debía adoptar América:[9]​ Por estas declaraciones es acusado ante Francisco Antonio García Carrasco, quien aparentemente buscaba motivos para tomarse revancha por el incidente de las «cuatro mil lanzas».Tras la instalación del congreso, este la presidio por ser el de mayor edad, para posteriormente elegir a su presidente, resultando electo Ovalle,[11]​ que ejerció en el cargo del 4 al 29 de julio de 1811.Después fue excluido del congreso y confinado a su estancia en Curacaví, debido al motín del 4 de septiembre de 1811.[12]​ Durante la reconquista española, sería hecho prisionero y trasladado en tal condición a Juan Fernández.