Esto suele ser causado por hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes mellitus, sedentarismo, obesidad, colesterol alto en sangre, mala alimentación y consumo excesivo de alcohol, entre otros.
[1] La obesidad y la diabetes mellitus a menudo se relacionan con enfermedades cardiovasculares,[6] al igual que un historial de enfermedad renal e hipercolesterolemia crónica.
También resulta beneficioso tratar los factores de riesgo, como la presión arterial alta, los lípidos en sangre y la diabetes.
[1] Tratar a las personas que tienen faringitis estreptocócica con antibióticos puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca reumática.
El uso de aspirina en personas que por lo demás están sanas no tiene un beneficio claro.
Por otro lado están las enfermedades que afectan al corazón, las cuales se denominan cardiopatías.
Existen muchos factores de riesgo para las enfermedades cardíacas: edad, sexo, tabaquismo, inactividad física, consumo excesivo de alcohol, dietas poco saludables, obesidad, predisposición genética y antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, presión arterial elevada (hipertensión), aumento de azúcar en sangre (diabetes mellitus), colesterol alto en sangre (hiperlipidosis), enfermedad celíaca no diagnosticada, factores psicosociales, pobreza y bajo nivel educativo y contaminación atmosférica.
[28] En estudios de asociación genética se ha encontrado que múltiples polimorfismos puntuales están asociados con enfermedades cardiovasculares,[29][30] pero por lo general, su influencia individual es pequeña y las contribuciones genéticas a las enfermedades cardiovasculares son poco conocidas.
Sin embargo, el retraso en el reconocimiento y el diagnóstico del celiaquismo pueden provocar daños cardiovasculares irreversibles.
[50][51] La contaminación por partículas se ha estudiado por sus efectos sobre las enfermedades cardiovasculares en la exposición a corto y largo plazo.
[56] Se han encontrado situaciones que aumentan el riesgo a sufrir problemas cardiovasculares como en trabajos mentalmente estresantes, en situaciones de inseguridad laboral o con un desequilibrio entre el esfuerzo y la recompensa, en puestos de trabajo con un bajo soporte social, en trabajos con horario nocturno, con jornadas laborales muy largas o aquellas personas expuestas a ruidos fuertes.
[58] También se encontró una asociación entre la enfermedad cardíaca y la exposición a compuestos que ya no están permitidos en ciertos entornos de trabajo, como los fenoxiácidos que contienen TCDD (dioxina) o asbesto.
Varios proyectos de investigación a gran escala que analizan datos genéticos humanos han encontrado un vínculo sólido entre la presencia de estas mutaciones, una condición conocida como hematopoyesis clonal, y los incidentes y la mortalidad relacionados con enfermedades cardiovasculares.
[60] La radiación terapéutica aumenta el riesgo de un trastorno cardiovascular posterior (ataque cardíaco o accidente cerebrovascular) entre 1,5 y 4 veces la tasa normal.
La evaluación del riesgo cardiovascular mediante electrocardiograma (ya sea en reposo o con ejercicio) no se recomienda en personas sin síntomas y de riesgo bajo, ya que esta prueba suele derivar en intervenciones invasivas.
[69] Esto incluye a aquellos que son jóvenes sin factores de riesgo.
[80] Una revisión Cochrane de 2020 no encontró ningún beneficio adicional en términos de mortalidad y eventos adversos graves cuando la presión arterial se redujo a ≤ 135/85 mmHg (desde ≤ 140 a 160/90 a 100 mmHg), lo que sugiere que no se deriva ningún beneficio neto para la salud cuando se reduce la presión arterial sistólica en personas con hipertensión y ECV.
[108][109] Por otro lado este tipo de dietas son más efectivas en provocar cambios a largo plazo en los factores que afectan al riesgo cardiovascular (p.
[114] Una dieta alta en fibra se asocia a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
[121] En 2015 la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) determinó que "ya no hay un consenso entre los expertos calificados de que los aceites parcialmente hidrogenados (PHO), que son la principal fuente dietética de ácidos grasos trans producidos industrialmente (IP-TFA), sean reconocidos como seguros (GRAS) para cualquier uso en la alimentación humana''.
[123][124][125] En cambio otros estudios señalan que una reducción de la sal en la dietas no es evidente, o incluso podría ser contraproducente en algunos casos como en la insuficiencia cardíaca compensada.
[133] Las estatinas son eficaces en prevenir un desarrollo negativo posterior a un evento en personas con enfermedades cardiovasculares recurrentes.
[139] Los antidiabéticos ppodrían reducir el riesgo cardiovascular en personas con diabetes tipo 2, aunque la evidencia no es concluyente.
[143][144][145] El uso de agentes vasoactivos para personas con hipertensión pulmonar, cardiopatía izquierda o enfermedades pulmonares hipoxémicas puede causar daños y genera gastos innecesarios.
[150] Los programas de ejercicio en casa pueden ser más eficientes para mejorar la adherencia a la actividad física.
[151] Aunque seguir una dieta sana es beneficioso, no se ha demostrado que el efecto de la suplementación con antioxidantes o vitaminas proteja contra las enfermedades cardiovasculares e incluso en algunos casos puede llegar a ser perjudicial.
[156][157] Tampoco se ha encontrado que los suplementos minerales sean útiles[158] excepto en los tratamientos con magnesio para la hipertensión.
[160][161][162] Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, excepto en África.
Esto puede ser debido a una combinación de predisposición genética y factores ambientales.
Organizaciones como la Indian Heart Association o la Federación Mundial del Corazón trabajan para concienciar sobre estos temas.