Las personas que padecen miocardiopatía tienen un riesgo más alto que la población general de sufrir un paro cardíaco súbito o inesperado,[1] con frecuencia sufren trastornos del ritmo cardíaco (arritmia).
[2] Las miocardiopatías extrínsecas son aquellas en el que la patología primaria se encuentra por fuera del miocardio mismo.
Para hacer el diagnóstico de una miocardiopatía intrínseca, es necesario descartar coronariopatías significativas (entre otras enfermedades).
El término intrínseco no describe a una etiología específica de debilidad del miocardio.
Las miocardiopatías intrínsecas son un conjunto de estados patológicos, cada uno con sus propias características.