Ecocardiografía

La ecocardiografía, también conocida como ultrasonido cardíaco o ecocardiograma, es una tecnología sanitaria que usa técnicas estándares de ultrasonido (ecografía) para producir imágenes en rebanadas de dos dimensiones del corazón.

Desde sus inicios, se han ido mejorando las técnicas de imagen; los modos A y B (unidimensionales) se perfeccionaron al modo M. Este, aún es usado con frecuencia sobre todo para medir paredes y cavidades cardiacas con mayor precisión,[1]​ representa en la pantalla un único haz del modo 2D y se usa de manera complementaria a este.

Actualmente, el modo más utilizado es el 2D que nos permite obtener imágenes en tiempo real y en dos dimensiones (cortes planos del corazón, en distintos ejes).

Además, se puede complementar con otras técnicas como el Doppler tisular o contrastes.

Normalmente se utiliza el esfuerzo físico para provocar el estrés cardiaco y preferentemente la bicicleta estática, que permite obtener imágenes simultáneamente al ejercicio.

La ETE tiene unas indicaciones y contraindicaciones muy concretas, así como unos riesgos inherentes muy conocidos.

Un ecocardiograma anormal. La imagen muestra un defecto del tabique ventricular a mitad del músculo. La traza abajo a la izquierda muestra el ciclo cardíaco la marca roja el momento en el ciclo cardiaco en que la imagen fue capturada. Los colores son usados para representar la velocidad y la dirección del flujo de la sangre .