Derrame pericárdico

El acúmulo de fluido pericárdico hace que la presión intrapericardica sea más elevada o igual que la presión ventricular derecha provocando colapso diastólico del ventrículo y aurícula derecha, disminución del gasto cardiaco y síntomas de fallo posterior.

El derrame por infección viral, por lo general se resuelve espontáneamente al cabo de pocas semanas sin tratamiento.

Algunas formas de derrame pericárdico son leves y no requieren tratamiento aunque persistan en el tiempo.

Si el derrame compromete la función cardíaca, causando taponamiento, deberá ser drenado, comúnmente insertando una jeringa atravesando la pared torácica hasta llegar al espacio pericárdico, un proceso llamado pericaridocentesis.

[3]​ El riesgo o evidencia de tamponamiento cardíaco es una emergencia médica y requiere el drenaje inmediato del espacio pleural.

[5]​[6]​[7]​[8]​ En estos animales domésticos afectados se observan disnea constante, rales húmedos, y pulso parvus.